A inicios de este mes se cumplieron 60 años de la prematura muerte de Marilyn Monroe. Lo cierto es que a pesar de que los años pasan, la actriz, modelo y cantante sigue siendo un personaje muy presente en el imaginario colectivo.

Al punto que, incluso, resulta un nombre conocido para los ‘centennials’ o Generación Z. “Hace seis décadas que Marilyn Monroe desapareció, pero su mito pervive intacto.

Un nuevo filme sobre su vida, la polémica del vestido de Kim Kardashian o el récord en subasta de una obra de Warhol prueban que la ‘tentación rubia’ continúa siendo la actriz más icónica del cine”, escribe la periodista Celia Sierra en un artículo para la agencia EFE.Al parecer, este 2022 será el año de Monroe.

Una nueva oportunidad para honrar su memoria. Sobre todo por el estreno en septiembre –como parte del Festival de Cine de Venecia– del ‘biopic’ ‘Blonde’. Un largometraje en blanco y negro producido por Netflix y Brad Pitt, dirigida por Andrew Dominik y protagonizada por la actriz Ana de Armas.

“Pocas facetas quedan por ser reveladas de su vida y trágica muerte, pero la película es, sin duda, una de las más esperadas del año”, menciona la periodista Sierra. Y añade: “Poco queda por contar de su vida, pero todo lo relacionado con Marilyn Monroe tiene atención asegurada”.

¿Por qué aunque se conozca prácticamente todo sobre ella el nuevo filme genera tanta atracción? Han salido ya decenas de películas, documentales, libros y reportajes sobre ella, pero Hollywood insiste en su icónico valor. Es que Monroe es un éxito seguro más allá de la muerte.

‘Blonde’, ha asegurado el director, pretende retratar a la mujer más allá del símbolo sexual, de los lujos, de los reflectores... A Norma Jeane Mortenson, su nombre real, al desnudo. Un película que, como el libro homónimo escrito por Joyce Carol Oates, la pinta con claros y oscuros, con altos y con caídas.

Una fórmula infalible que se repite en el cine para atraer audiencias. Porque le recuerda al público que todos somos humanos, que estamos hechos de luz como de oscuridad. Como Marilyn.

La fascinación que despierta la ‘rubia explosiva’, más de medio siglo después de su muerte, tiene su origen en un hecho sencillo: resulta fácil identificarse con ella. Cuenta la escritora Oates, en The New Yorker, que la inspiración para escribir su novela vino de una fotografía de Norma Jean Baker a los 15 años, tras ganar un concurso de belleza en 1941.

La escritora dice que se identificó con su inocencia. Esa chica sonriente de cabello castaño ensortijado le recordó mucho a las niñas de su infancia, gran parte de las cuales provenían de hogares rotos. Porque Marilyn, en este sentido, representa a la chica común y corriente que se convierte en estrella.

Marilyn era fotogénica, carismática, talentosa... pero al mismo tiempo una mujer llena de inseguridades y que se sentía muy sola la mayor parte del tiempo. La periodista Victoria Richards publicó (en el medio Independent), un día antes del aniversario de su muerte, una columna sobre por qué las mujeres pueden fácilmente identificarse con
la famosa actriz.

‘Blonde’ recuerda que Marilyn Monroe sigue siendo Norma Jean. Ese es el punto de su atractivo, según Richards.

“Monroe es eternamente seductora, fascinante porque es tanto conocida como desconocida; accesible pero inalcanzable, a la vez omnipresente pero misteriosa de forma opaca. Un ícono de Hollywood con múltiples facetas. Y la nueva película ofrece la rara oportunidad de sentir afinidad con la celebridad más allá de su fama, explica Richards.

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