Jessica Chastain perpetúa el legado de Tammy Faye

La galardona actriz buscó durante muchos años llevar a la gran pantalla la historia de la evangelista. Quería mostrar una faceta diferente del personaje, sin etiquetas.
Durante su discurso en la gala de  los premios, Chastain se mostró en contra de violentar los derechos de la comunidad LGBT+. Foto: EFE

Durante su discurso en la gala de los premios, Chastain se mostró en contra de violentar los derechos de la comunidad LGBT+. Foto: EFE

25 de abril de 2022 08:00

La película empieza con un close-up de los ojos de Tammy Faye con sus características pestañas cubiertas de rimel. El plano se abre hasta mostrar más detalles de su rostro. En la escena la protagonista habla con una maquilladora que le pregunta si puede suavizar sus pestañas.

“Mis pestañas se quedan donde y como están”, responde Tammy enfática. “Esa eres tú”, le responde la maquilladora.

De esa forma era la cantante y presentadora evangelista de televisión: segura y llena de convicción. Así la interpretó Jessica Chastain (45 años) en el filme gracias al cual el 30 de marzo pasado se llevó a casa el Oscar a mejor actriz.

Esa noche Chastain subió al escenario para dar un discurso con la intención de poner a todos a reflexionar. En él abogaba por los jóvenes LGBT+ y la prevención del suicidio dentro de esta comunidad.

Además de la seguridad y la convicción, Chastain y Faye se asemejan en su vínculo con la comunidad LGBT+. Como si la galardonada actriz hubiera tomado a su cargo el continuar el legado de Tammy, que fue un referente de este grupo en los años 80.

En la película se retrata a una Tammy Faye que iba contracorriente. Rechazaba el pensamiento de la comunidad cristiana, a la que pertenecía, que demonizaba la homosexualidad. Lo demostró al entrevistar en su programa a Steve Pieters, un pastor gay y activista del sida, que le habló sobre salir del armario y sobre su enfermedad.

Casi 40 años después, Jessica Chastain asistía al 94º Almuerzo Anual de Nominados a los Oscar en Los Ángeles acompañada de Steve Pieters.

“Me gusta creer que hay una Tammy Faye que tenía ese corazón. Que quería mostrar que la religión también puede ser compasiva y empática. Que se puede amar, respetar y que el VIH no tenía que ver con las personas homosexuales”, expresa la actriz guayaquileña Doménica Menessini. Asegura que le parece maravillosa desde su perspectiva de mujer trans y de artista la interpretación de Chastain y lo que representa.

Coincide con la perspectiva que la misma Chastain tiene sobre el personaje al que dio vida. “En un momento en el que la gente rehuía del sida, Tammy no lo hizo”, mencionó Chastain en una entrevista al respecto. Y añadió: “Ella no etiquetaba a la gente. Entendió el poder de las cámaras para mirar a los ojos de las personas y enfrentarse a la verdad”.

El reconocimiento de la estadounidense tiene un trasfondo que va más allá de su trabajada interpretación y su transformación física. La misma actriz reconoció que era un papel que quería hacer desde hace tiempo y que quería contar la historia de Tammy Faye más allá de las etiquetas que le dieron a lo largo de su vida.

“Me pasa algo muy interesante con Jessica Chastain en la premiación del Oscar. Quiero decir que ella me deja una impresión muy sincera y fuerte con su discurso”, dice el ecuatoriano May Romero, artista y cineasta trans. “Aquella noche, continúa, la actriz tomó esa oportunidad de pie frente a toda la industria cinematográfico e hizo lo que muy pocos harían en aquel momento, al igual que Tammy Faye, dio todo su apoyo a una gran causa”.

May se refiere a que anunció estar abiertamente en contra de toda legislación discriminatoria e intolerante que busca violentar a las personas LGBT+ por sus diferencias

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