Tres hermanas que son amigas y confidentes

Ana Lucía, Rosario y Elena comparten temas de conversión y gustos que tienen en común, son el sinónimo de complicidad. No hay fin de semana que no se junten.
En la familia les dicen que parecen trillizas; aunque han tenido sus diferencias, el amor que se tienen les ha ayudado a disipar los problemas. Foto: Carlos Noriega/FAMILIA

En la familia les dicen que parecen trillizas; aunque han tenido sus diferencias, el amor que se tienen les ha ayudado a disipar los problemas. Foto: Carlos Noriega/FAMILIA

13 de febrero de 2023 08:05

Por Andrea Medina

De un total de ocho hermanos, Ana Lucía, Elena y Rosario Donoso se consideran las más ‘compinches’. Y lo han demostrado en más de una ocasión. Los gustos en común, temas de conversación y la cercanía de sus edades son algunos de los factores que las han mantenido unidas desde pequeñas.

En la niñez, por ejemplo, andaban juntas para cualquier juego, travesura y una que otra ocurrencia. Una de las que más recuerdan se remonta al tiempo escolar.

Al terminar un día de escuela, las tres se dieron cuenta que ya no les alcanzaba dinero de la colación para comprarse una golosina a la salida. Pero eso no fue problema para Ana Lucía (la menor), a quien se le ocurrió acercarse a saludar a una señora que vendía mote y que de paso las conocía.

Mientras Rosario y Elena (ambas hermanas gemelas) esperaban a la vuelta de la esquina, Ana Lucía se animó y fue donde la señora y probar suerte. Al reconocerla enseguida consiguió una funda de mote gratis. “Pero verá que somos tres”, le dijo ella. “Yo siempre fui más avezada, y ellas solo me miraban mientras caminaba con los motes que ya no alcanzaban en mis brazos”, recuerda entre risas Ana Lucía.

La unión entre hermana es  fuerte,  los enojos son esporádicos. Foto: Cortesía Familia Donoso

La unión entre hermana es fuerte, los enojos son esporádicos. Foto: Cortesía Familia Donoso

Como esas hay decenas de historias. Y si bien la adolescencia y la juventud las separó un poco -por sus preferencias y sus respectivos matrimonios- hace un par de años se volvieron a sentir más juntas que nunca. Actualmente tienen 58 (Ana Lucía) y Rosario y Elena tienen 61. “Hay mucha complicidad”, reitera Ana Lucía.

Tan unidas se han vuelto, que entre las tres se crearon su propio grupo de WhatsApp –a más del grupo donde están sus demás hermanos- para pasarse los últimos chismes. Aunque claro, las discusiones también están a la orden. Y aunque los demás hermanos a ratos se unen a ese mismo chat, para estar al día en las novedades, siempre terminan las tres o incluso solo dos cuando hay una leve discusión.

Desde hace más de una década, ya no hay fin de semana que no se junten las tres, algunos de sus hijos o al menos dos de ellas. En el mismo chat se ponen de acuerdo para jugar cartas –o pepitas como califican al juego de naipes- ya sea el viernes, sábado o domingo. En ocasiones son los tres días o al menos todo el fin de semana.

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