Ferran Adrià hizo de su vida lo que quiso

El mejor cocinero del mundo recorre el planeta hablando de innovación y
emprendimiento. No tiene una receta mágica; su
ingrediente es no quedarse quieto y seguir creando.
El chef catalán llegó hasta Guayaquil para hablar de innovación e impartir talleres de emprendimiento en el Hotel Wyndham. Foto: Archivo FAMILIA

El chef catalán llegó hasta Guayaquil para hablar de innovación e impartir talleres de emprendimiento en el Hotel Wyndham. Foto: Archivo FAMILIA

6 de febrero de 2023 08:10

Un guiso de papas con carne fue el primer plato que Ferran Adrià preparó como profesional. Desde ese momento no paró hasta convertirse en el mejor cocinero del mundo.

Con la innovación como aliada, este catalán nos da la receta para alcanzar un sueño que muchas veces es esquivo. Lo importante es descubrirlo y luchar por él.

¿Siempre tuvo el sueño de ser cocinero?

Soñaba con ser futbolista, el nuevo Johan Cruyff.

¿Futbolista del Barcelona o el Español?

Del Barcelona; respeto mucho a la gente que es hincha del Español.

¿Qué lo llevó a la cocina?

Tenía 18 años y empecé a trabajar lavando platos. Poco a poco me fui enamorando y quedando. Decidí quedarme porque me di cuenta de que en la cocina se comía bien, muy bien.

¿Mejor que en el mismo restaurante?

No en todas, pero en aquella se comía muy bien. El Bulli ya era el mejor restaurante de España.

Ahí empezó una carrera que lo llevó a ser el mejor cocinero del mundo.

Con 22 años me fui desarrollando y poco a poco me fui enamorando, fui descubriendo todo lo que era la creación. Yo quiero ser cocinero porque quiero, primero, ser creativo.

¿De ahí viene el tema de la innovación? ¿Cuál es el motivo de su visita a Ecuador?

Es que la innovación tiene que ser una de las características del ser humano. A mí no me interesaba repetir toda mi vida lo que hacía en la cocina. Podía apostar por cambiar cada dos o tres años y saltar de la cocina japonesa a la ecuatoriana o a la peruana. Pero no podría estar haciendo 34 años eso, siguiendo recetas sin innovar.

Innovar también es emprender un poco. ¿Aparte de talento, qué necesita el emprendedor?

Bueno, hablando de mi caso puedo decir que es diferente; no era consciente de que yo tenía talento para crear. Pero tenía una cosa: me gustaba el reto de hacer algo nuevo, eso es lo que debe impulsar al emprendedor.

¿Qué es lo que más le ha gustado de este viaje que ha sido su vida?

El no quedarse quieto, que tenemos que ir más allá; podemos ir más allá y buscar un límite.

¿Cómo vencer a esa tendencia del ser humano de permanecer en esa zona de confort?

No podría decir que los 8 000 millones de humanos que existimos en el mundo vamos a innovar. Hay personas para todo; yo respeto a cualquier tipo de vida. Al final, uno hace de su vida lo que quiere hacer.

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