La reunión semanal para juntarse a jugar el tren mexicano -un juego de mesa con piezas similares al dominó- es sagrada para un grupo de amigas. Algunas de ellas pueden ostentar de llevar 50 años de amistad casi ininterrumpida.

Lucía Rosero y Lorena Núñez se conocieron en kínder. Ambas ingresaron al Colegio La Dolorosa cuando tenían 5 años y han mantenido el contacto desde entonces. Hoy, con 55, siguen juntándose y compartiendo momentos.

Con el paso de los años y los grados escolares se fueron sumando más amigas -entre ellas Leonora Pesantes, a quien conocieron en secundaria- y el grupo creció. Aunque hubo lapsos de tiempo que por alguna u otra razón no se veían a menudo, esa amistad nacida en la época colegial perduró.

En los últimos cinco años el grupo ha estrechado lazos. Se reúnen, sin falta, a celebrar los cumpleaños de cada una y no dejan pasar una Navidad sin organizar la tradicional cena. Otra celebración que se ha vuelto una costumbre, y que nació en esos años de colegio, es la fiesta de disfraces que realizan por Halloween.

Lucía (tercera desde la izquierda en la segunda fila) y Lorena (séptima en la penúltima fila) se conocieron en el kínder hace medio siglo. Foto: Cortesía

La complicidad permanece

Es una tarde de martes y la cita para “jugar al trencito” es en la casa de Lucía. En cada reunión no falta ni el vino ni la buena comida. Si un día degustan dulce de higos con burrata y al otro tostadas con un ‘dip’ de mejillones. La idea es que sea algo que disfruten todas.

Bastan algunos minutos para que surjan los recuerdos y las risas. Las amigas que se han dado cita ese día -Lucía, Leonora y Lorena- buscan en su memoria esas anécdotas que han acumulado en todos estos años de amistad. Desde las travesuras en la escuela hasta las fiestas que compartieron en la adolescencia. Y se alegran al constatar algo que siempre han sabido: que la complicidad sigue intacta.

Pese a que hubo épocas en las que tomaron caminos separados, dice Lucía que les volvió a juntar la vida. Con Lorena se ve al menos una vez a la semana y con el resto del grupo de amigas se reúnen cada 15 días o tres semanas.

Dice Lorena que la reunión para jugar al trencito no es negociable. Foto: Diego Pallero/FAMILIA

“La amistad de la época escolar es la más linda, porque te conoces cuando eres niña o adolescente. Es una relación super natural y una amistad mucho más sincera y real”, dice Leonora. Para las tres y su grupo extendido de amigas del colegio cada vez que se encuentran o se reencuentran sienten los mismo que hace tres, cuatro o cinco décadas. 

Mira más noticias en: https://www.elcomercio.com/ultima-hora/