SE PUEDE VIVIR BIEN TENIENDO CÁNCERTener miedo es normal, pero con ayuda de otros pacientes, se puede tener una visión positiva de la enfermedad.Casi todos conocemos a alguien que tiene o que tuvo cáncer. Y, si no, sabemos de algún caso lejano, algún tío, sobrino, primo o un amigo de un amigo.Parecería que esta dolencia cada día es más común. Esto es más que una simple percepción, pues se estima que para el año 2030, la incidencia de esta enfermedad aumentaría en un 70%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).Cuando nos detenemos a pensar en la probabilidad de que el próximo paciente podríamos ser nosotros mismos o alguien cercano, vale la pena hacernos la pregunta: ¿cómo hacer de esta condición algo más fácil de llevar en la vida?Hay muchas respuestas para esa pregunta. Para la brasileña Ana Massolin, una alternativa fue contar su historia por medio de un blog. Atreverse a dar ese paso le costó algo de tiempo y también tuvo que despojarse de su vergu00c3u00bcenza y prejuicios.Estuvo cinco años con síntomas de cáncer colorrectal antes de acudir a un médico. Al cumplir su primer año de casada decidió, en secreto, consultar a un profesional. Cuando le diagnosticaron su condición, lo primero que pensó fue que iba a morir.Entonces, habló con su esposo y el resto de la familia y obtuvo la fuerza que necesitaba para enfrentar el tratamiento. Al darse cuenta de que el cáncer no es un castigo, sino una dolencia como cualquier otra, decidió que su objetivo era que otras personas que pasaran por lo mismo pudieran entender su nueva condición de vida.Para la psico-oncologista Luciana Holtz, fundadora y directora del Instituto Oncoguía, Brasil, la clave es que el paciente esté en el centro de todo el procedimiento y que tenga una visión positiva sobre el futuro. Las personas debemos entender que vivir con cáncer y curarse es posible, dijo en un taller de oncología organizado por Bayer.Según la OMS, el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, ya que casi una de cada seis muertes se produce debido a esta enfermedad. Ante este escenario, podría resultar sumamente difícil mantener esa actitud positiva de la cual es fácil hablar pero muy complicado de vivirla.Cuando tenía 23 años, Evelin Scarelli tenía una vida normal. Como la mayoría de jóvenes, cursaba la universidad. Se había decidido por estudiar Fisioterapia. Entonces, recibió la noticia de que un cáncer de mama estaba atacando su cuerpo.Perdió el seno y también el cabello. Su vida obviamente cambió, pero al dolor y al miedo les acompañó un nuevo propósito.Creó el blog 'Lenu00c3u00a7o cor de rosa' (en español, Pañuelo de color rosa). Allí contaba sus experiencias y luego fundó un proyecto en el que dona pañuelos de cabeza a mujeres con cáncer de escasos recursos. A cada uno acompaña con una carta dirigida exclusivamente a esa persona.Nadie niega que ver la luz al final del túnel es complicado, pero es posible. Ana Massolin cuenta que para ser feliz en medio de un proceso tan doloroso, fue fundamental aplicar tres pasos: confiar por completo en su médico, recibir apoyo familiar y de amigos y tener un acompañamiento psicológico específicamente oncológico.Actualmente, tanto Ana como Evelin son muy activas en redes sociales. Miles de personas que padecen cáncer, así como sus familiares, las siguen para encontrar inspiración para seguir adelante. Muchos se identifican con sus procesos y encuentran que el cáncer es una enfermedad difícil pero que se puede superar.