Lo esencial es invisible a los ojos

2012-08-19 05:00:00
Gabriela Vivanco

'EL PRINCIPITO', LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOSEl 16 de octubre se estrena en el país el último filme.Por Alejandro Ribadeneira (I)Fue desconcertante para muchos, incluso una decepción. El francés Antoine de Saint-Exupéry ya era un escritor de prestigio y, en plena Segunda Guerra Mundial, con los nazis en Europa, se esperaba que su siguiente libro fuera un contundente alegato en contra de la violencia. Para sorpresa general, lo que publicó fue un libro 'infantil', filosófico e incluso relleno de dulces acuarelas.Fue como darle perfume al que esperaba un rifle.El espasmo inicial fue superado rápidamente y 'El Principito' se convirtió en un clásico de la literatura, aunque su autor jamás alcanzó a disfrutar de las alabanzas y menos de las regalías, porque murió al año de la publicación. Saint-Exupéry era piloto militar y se perdió con su avión en 1944, en una misión de reconocimiento cerca de Marsella, lo que otorgó un halo de misticismo a un libro que impactó por su visión de la condición humana.Los que lo han leído (mejor dicho, desentrañado) lo saben bien. Porque la clave de 'El Principito' está en asimilar sus metáforas y,por eso mismo, los niños deben leerlo junto a sus padres, quienes deben estar atentos para responder a las preguntas. Porque, aunque se pueda creer que por la forma estamos ante un libro infantil, por el fondo se trata de un texto profundo, que obliga a reflexionar sobre el amor, el sentido de la vida y de la pérdida.El Aviador es, por supuesto, el adulto que ha perdido su inocencia mientras que El Principito representa el 'niño interior', la pureza. La rosa es el símbolo de lo que realmente se ama. Y la serpiente, con el permiso de don Adán y doña Eva, no representa la tentación sino lo desconocido.Por supuesto, no podemos olvidarnos del zorro, el personaje estelar, que simboliza el aprendizaje (no exento de decepciones) y que reparte las mejores enseñanzas: Los hombres compran las cosas hechas en los mercados y, como no hay mercados de amigos, los hombres no tienen amigos. !Auch!Aunque el libro es pequeño, los personajes abundan: el cordero (un amigo que puede volverse en tu contra), el rey (la autoridad), el borracho (la falta de voluntad), el vanidoso (las apariencias), el hombre de negocios (la ambición), el farolero (la lealtad), el geógrafo (el conocimiento)... !Hay tanto para disfrutar y para pensar!, sobre todo en el final, puerta abierta para que cada uno interprete lo que su corazón desee.Setenta y dos años después, esta encantadora historia del piloto que se extravía en el Sahara (símbolo de la soledad) y que conoce a un pequeño que proviene del asteroide B612 sigue cautivando a los lectores pero también rompiendo la cabeza a los cineastas, que han luchado para filmarla sin que se perdiera la esencia del relato. Los japoneses hicieron una serie animada de TV en que el Principito ya parecía Peter Pan.Este 16 de octubre se estrenará en Ecuador la más reciente adaptación, esta vez a cargo de Mark Osborne, quien opta por fundir dos historias: la del libro (filmada en 'stop-motion') y una paralela, sobre una niña de nuestro tiempo y su anciano vecino aviador (en digital).La mezcla de formatos permite conservar el relato original y ofrecer otro, más contemporáneo, para obtener un producto poético, cálido e ideal para compartir en familia, reforzado por una exquisita banda sonora.Claro, el libro siempre será superior y la experiencia de leerlo a los hijos es irreemplazable, pero el cine también tiene lo suyo. Después de todo, lo esencial es invisible a los ojos, que es otra manera de decir que dos corazones ven mejor que uno.

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