El teatro como terapia para el cáncer

2012-08-19 05:00:00
Carla Sandoval

EL TEATRO COMO TERAPIA PARA EL CÁNCERSus hijos son el eje en las vidas de estos dos íconos de la música latina.Por Diego Ortiz. Redactor (I)Hay dos situaciones para los niños con cáncer: o están muy enfermos como para asistir a la escuela, o están muy sanos como para mantenerse en el hospital. En estas 28 palabras, Wilson Merino, miembro de la Fundación Cecilia Rivadeneira, logra condensar parte de los motivos que lo han llevado a involucrarse, por más de 10años, en el apoyo a los pequeños que luchan contra esta enfermedad.Entonces, ¿qué hacer para apoyar a los niños que se encuentran en esta situación? Además de realizar proyectos educativos y de ayuda social, desde hace unos meses en el interior de la fundación se viene trabajando en una iniciativa en artes escénicas. Y es sobre el escenario donde la enfermedad toma una nueva dimensión. El actor asume una máscara, representa a alguien en un intento de acercarse al público con algo personal, impactante y entretenido al u00c2u00admismo tiempo.Tal como sucede con 'Ja-Jarabe de la Alegría', que se estrenó hace unos días en Quito y en la que actuaron más de 30 personas entre niños con cáncer, sus

familiares y amigos.Antes de la primera gran presentación, Wilson comenta que el programa de apoyo a los niños con cáncer no resultaría exitoso si no hubiese un soporte integral para el paciente y su entorno. Nosotros trabajamos con hermanos, padres, profesores, médicos... Con todos quienes tienen contacto directo con los pequeños, cuenta.Fue en esos encuentros con los rostros de grandes y chicos cuando surgió la idea de montar un programa de desarrollo de artes escénicas.En marzo de este año ya se estaban impartiendo las primeras lecciones, y para junio y agosto los niños estaban tan involucrados, que incluso realizaron un campamento intensivo con la única motivación de hacer algo sobre el escenario.Uno de los principales motores que ha movido a esta puesta en escena ha sido el interés de los niños por hablar del cáncer de una manera distinta. Wilson lo dice así: Entre los adultos esta enfermedad es vista como algo gris, oscuro, triste. Sin embargo, los niños lo ven todo distinto. En cada oportunidad que tienen demuestran su valentía y lo felices que ellos pueden llegar a ser.Gracias al teatro, ellos han podido experimentar nuevos sentimientos en torno a sus problemas saber presentarlos como parte de un proceso que no solo implica el dolor.Pero la obra no solo habla de ellos. Al mismo tiempo, es una invitación para que los adultos cambien de roles, para mostrar ese lado humano de la vida. Este es el segundo aspecto fundamental dentro de la labor escénica: el teatro se convierte en un medio de enseñanza.En otras palabras, es una nueva plataforma para conocer cuáles son los desafíos a los que diariamente se enfrentan aquellos niños y jóvenes quienes-por el cáncer- se han visto sometidos a cambiar su entorno y que, a pesar de ello, no olvidan que la felicidad siempre podrá ser una experiencia completamente real.

Te puede interesar