Pelicula o libro

2009-12-29 15:39:15
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¿PELÍCULA O LIBRO?u00c2u00a0La literatura seduce al séptimo arte. Los directores imponen su estilo para adaptar una novela.¿Y qué tan peligroso es él? ¿Comparado con qué? ¿Con la peste bubónica? Seguro este diálogo quedará en la memoria de los millones de personas que vieron u00c2No country for old men'(Sin lugar para los débiles). El filme fue dirigido por los hermanos Ethan y Joel Coen y por este trabajo ganaron cuatro premios Oscar en 2008. La historia es sobre una mala negociación de narcotraficantes que desencadena en una matanza; casualmente un cazador llega al sitio y encuentra un reguero de cuerpos, un cargamento de droga y un maletín con dos millones de dólares. El hombre toma el dinero y a partir de ese momento empieza una descarnada cacería de un asesino a sueldo para recuperar los billetes. La impactante película fue una adaptación de la novela homónima escrita por Cormac McCarthy. En este caso, la novela y el filme son geniales. Sin embargo, siempre que un texto se adapta al cine surge una pregunta: ¿Qué es mejor, el libro o la película? Y la respuesta es casi automática: evidentemente que el libro. Tal vez sea cierto. Un texto busca que el lector sea activo y participativo. La intención es que el sujeto que lea una novela construya un mundo particular basado en las palabras escritas por un determinado autor. Por el contrario, en el cine se piensa que el espectador es pasivo, que se conforma con el mundo ya ensamblado que ha conformado un director. Pero qué se puede decir de cineastas como Jean-Luc Godard o Michelangelo Antonioni (por citar dos ejemplos) que buscaban la activa participación del público. O qué podemos decir de novelas u00c2light', que si bien gustan, no son precisamente un ejemplo para moldear un sujeto activo. Es injusto que a una película se la evalúe como a un libro. Un filme adaptado es la interpretación de un cineasta, por ello es preciso valorar no sólo la historia, que sí es importante, sino la composición, el color, los planos, la actuación, etc. Cada director de cine es dueño de una firma indeleble que se aprecia en sus películas. Por ejemplo, David Fincher, quien dirigió u00c2Fight Club' (u00c2El Club de la pelea', 1999), conmocionó a los espectadores con las luchas que protagonizaban los personajes. Un golpe propinado por el feroz Tyler Durden (Brad Pitt) era tan real que el público podía percibir ese porrazo y así la adrenalina invadía a cada minuto que avanzaba la película. Para lograrlo, fue determinante tanto el montaje como la fotografía. u00c2Fight Club' de Fincher conserva con mucho celo el argumento de la novela que lleva el mismo nombre, escrita por el irreverente escritor estadounidense Chuck Palahniuk. En el libro se relatan varias imágenes obscenas que en la película ni siquiera se mencionan. Pero no por ello el filme pierde peso, la adaptación es tratada con tanta genialidad que a la hora de hacer ese juicio tan incómodo de ¿qué fue mejor el libro o la novela? resulta difícil determinar una respuesta.En contadas excepciones se considera que una película superó a una obra literaria. Pero es preciso evaluar a ambas artes con diferentes parámetros. El principal aspecto es que en estas expresiones se manejan códigos completamente distintos (imágenes en el cine y palabras en la literatura), por lo que esa es la primera traba para hacer un juicio de valor. Josif Jeifits consiguió una sobria adaptación en el cuento u00c2La Dama del perrito', de Anton Chejov, superando con sutiles recursos de ambientación y caracterización el retrato de un hombre en búsqueda de un amor prohibido.También es preciso mantener latente que muchos directores no se ciñen fielmente a la novela y evidentemente firman su sello. Muchos de ellos toman el argumento como un disparador para desarrollar su obra, este es el caso de Antonioni, que se basó en el cuento u00c2Las babas del diablo', de Julio Cortázar. El filme se aleja casi por completo del relato original, pero sin embargo ninguna de las dos dejan de ser obras magistrales.La mirada del director es fundamental a la hora de adaptar una obra. El español Álex de la Iglesia tiene una fijación especial en los planos secuencia. Sin dudas esta estética marca su estilo cinematográfico. Una muestra clara se ubica en su última película u00c2Los crímenes de Oxford'. Esta cinta se basó en la novela u00c2Los crímenes imperceptibles', de Guillermo Martínez. El libro es prolijo en su narración, a ratos científico y causa una gran expectativa para resolver quién es el asesino. Sin embargo, una vez que se mira el filme de Álex De la Iglesia, uno no se puede imaginar de qué otra forma se pudo plasmar la historia en la pantalla. Ahí se encuentra la habilidad del director para no ser evaluado en esa comparación ¿el libro o la película? Otro ejemplo sobre el estilo del director es la que imprimió Alfonso Cuarón. El famoso cieneasta mexicano dirigió en 2004 u00c2Harry Potter y el prisionero de Azkaban'. La cinta fue la adaptación de la novela homónima escrita por J. K. Rowling. En esta película, Cuarón utilizó en el rodaje lentes angulares anchos para mostrar el mínimo detalle de los decorados. También usó este recurso para captar la mayor expresividad de los personajes. Además, en la villa de Hogsmeade, el mexicano colocó calaveras de azúcar, un dulce tradicional de su país. En uno de los patios interiores de Hogwarts se emplazó una fuente cuyas esquinas tenían águilas con serpientes en la boca, una clara alusión a la bandera de México. El filme escrito por el guionista Steve Kloves no es una adaptación fiel al libro original pero es la película que ha conseguido mejores críticas, aunque fue la que menos taquilla recaudó.En 1949, Carol Reed estrenó u00c2El Tercer hombre'. Esta joya del cine inglés ganó el festival de Cannes y también un Óscar a la mejor fotografía. En este filme actuó y colaboró el genial Orson Welles. Además, el guión escribió Graham Greene. El escritor y crítico inglés elaboró la historia en forma de novela para luego reformularlo en un guión cinematográfico junto con Alexander Korda. Por ello, Greene sentenció: El impacto del cine sobre mi manera de escribir proviene de las mismas películas, más que de las críticas que hice de ellas.Por ello, el mismo Orson Welles determinó que, El tercer hombre no fue escrito para leerse, sino para ser visto... nunca pretendió ser otra cosa que un filme. Una película no se vive igual que una novela. No es lo mismo apreciar un filme de dos horas que un libro de más de 200 páginas. En el cine clásico, que está completamente involucrado con el círculo comercial, es necesario que la película presente cada 5 o 10 minutos como máximo un punto interesante para no aburrir al espectador. Este formato es necesario antes de presentar el conflicto y se debe continuar con la fórmula hasta resolver el mismo. En el caso de la literatura, la presentación del conflicto es invariable, puede ser inmediato o puede tomar su tiempo. En el cine, productores y directores se limitan en lo económico para recrear una historia. Sin embargo, el séptimo arte registra obras magistrales basadas en novelas como, u00c2La Naranja Mecánica' de Kubrick; u00c2Blade Runner' de Riddley Scott, u00c2El Padrino' de Coppola, u00c2Trainspotting' de Danny Boyle...La genialidad del u00c2Sir'u00c2Psicosis', de Alfred Hitchcock, es la adaptación de la novela homónima escrita por Robert Bloch. Pocos sabrán quién la escribió, pero muchos no olvidarán la escena del crimen en la ducha.En la última décadaPeter Jackson dirigió la trilogía de u00c2El señor de los anillos' basada en la obra de J. R. R. Tolkien. Por u00c2El retorno del Rey' consiguió 11 premios Oscar. Una de las cintas más premiadas de la historia del cine.Revisa el linku00c2u00a0aqui

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