El suelo pélvico es un problema de todos
El suelo pélvico es un problema de todos
Hay unos músculos en el cuerpo que pocos conocen a profundidad, pero que son de gran importancia para el bienestar de las personas. Se encuentran en la parte inferior de la pelvis y sirven, entre otras cosas, para contener el chorro de orina. Además de ser los que se contraen durante el orgasmo.
A este conjunto de músculos desconocidos pero relevantes se los conoce como suelo pélvico. Rodean la parte inferior de la cavidad abdominal y tienen la función de sostener órganos como la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el recto.
Cuando algo falla en el suelo pélvico, los órganos que protege se ven afectados. Para fortalecer y reeducar estos músculos existe la fisioterapia del suelo pélvico. Un tipo de rehabilitación poco conocida para el público en general y que cuenta con contados especialistas en la capital.
Quizás la asociación más común e inmediata de este tipo de fisioterapia son los ejercicios de Kegel. Sin embargo, estos son únicamente la punta del iceberg de todo lo que implica el fortalecimiento del suelo pélvico.
Francis Barahona es una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico (en la Universidad Europea de Madrid) y dice que es una musculatura como cualquier otra que necesita entrenamiento continuo. Como en los deportes o cualquier otro tipo de entrenamiento.
A pesar de que hay médicos que están actualizados y conocen la importancia que tiene esta zona del cuerpo, no todo el personal de salud es consciente. Además, se suma el desconocimiento de la población en general.
La gran mayoría de los pacientes que asisten a las sesiones llegan por recomendación de un especialista médico por problemas concretos que presentan. Así lo explica la fisioterapueta Fernanda Liger, también especializada en piso pélvico en Madrid. No obstante, reconoce que el paradigma parece estar cambiando de forma paulatina.
Cuenta Liger que atiende en su consulta a unas ‘influencers’ que acudieron porque se informaron y tomaron conciencia de la importancia que tienen estos músculos para su salud independientemente de si presentan una patología o no.
Terapia para hombres y mujeres
El desconocimiento generalizado provoca que sigan difundiéndose mitos y verdades a medias en torno al suelo pélvico y la fisioterapia. Se cree que es un campo exclusivo de las mujeres, especialmente de aquellas que atraviesan un posparto.
La realidad es otra ya que en la fisioterapia de suelo pélvico se trabaja tanto con hombres como con mujeres. Y abarca, a su vez todo el espectro de edades: desde bebés hasta adultos mayores.
La lista de trastornos y problemas médicos que se tratan con la rehabilitación del también llamado piso pélvico es amplia y variada. Por eso hay diversidad de pacientes. “En un principio ni siquiera conocen del tema las embarazadas. Solo te enteras cuando algo te llega a pasar y te mandan la fisioterapia”, afirma Barahona.
En las embarazadas, el entrenamiento de estos músculos específicos no se debería reducir al tiempo del posparto, aclara la especialista. El entrenamiento se recomienda antes y después para fortalecer y elastificar tejidos. Con la intención de evitar desgarros y episiotomías durante el parto.
Asimismo, se aconseja la rehabilitación de la zona tras el nacimiento del bebé, sea parto natural o cesárea, ya que el maltrato del suelo pélvico se da más por el peso extra soportado durante 9 meses.
Más allá de las embarazadas, en las mujeres sirve para tratar casos de incontinencia urinaria, de problemas sexuales, o efectos hormonales de la menopausia. Liger detalla que tiene una paciente que acude porque sufre endometriosis y que esta terapia le ayuda mucho.
En lo que se refiere a los hombres, estos suelen acudir a las sesiones cuando sufren eyaculación precoz o disfunción erectil, por ejemplo. También para paliar los efectos de una prostatis o tras una prostatectomía. La población infantil y adolescente que acude a las consultas presenta eneuresis (incontinencia nocturna), incontinencia fecal, tipos específicos de estreñimiento o vejiga hiperactiva.
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