Como regla general se sabe que una alimentación balanceada incluye porciones adecuadas de frutas y verduras. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir cinco porciones de estos alimentos cada día para proveer al organismo de las vitaminas y minerales que necesita para funcionar adecuadamente.

Una investigación de la American Heart Association asegura que las proporciones del consumo de este tipo de alimentos también es importante. La recomendación es comer dos porciones de frutas y tres de vegetales cada día.

La razón por la que es tan importante incluir estos alimentos en la dieta diaria es que ayudan a reducir el riesgo de condiciones de salud crónicas como enfermedades cardiovasculares y cáncer. Pero según varias encuestas, el consumo de frutas y vegetales sigue siendo muy reducido en la población adulta.

Según la investigación, el consumo de cinco porciones de frutas y vegetales al día está asociado a un menor riesgo de muerte. Por otro lado, la ingesta de dos porciones de frutas y tres de vegetales está vinculada a una mayor longevidad.

El estudio especifica que la razón detrás de esta fórmula es que las frutas generalmente tienen un alto contenido de fructosa, que se convierte en glucosa. Esta sustancia debe controlarse para evitar problemas de salud a futuro.

Sin embargo, no todas las frutas y verduras ofrecen esos beneficios. Por ejemplo, aquellos con alto contenido de almidón como las arvejas, el choclo, los jugos de frutas y las papas no probaron mejorar la expectativa de vida de las personas. Pero, aquellos vegetales y verduras de hoja verde como la espinaca, la lechuga, el kale y otros ricos en betacarotenos y vitamina C sí mostraron ser positivas para la salud.