La presión alta acelera los problemas renales

Las afecciones en los riñones son silenciosas y se detectan con exámenes de orina y sangre. 
Las enfermedades renales pueden causar dolor en la parte  baja de la espalda. Pero el padecimiento renal es silencioso en términos generales. Foto: FREEPIK

Las enfermedades renales pueden causar dolor en la parte baja de la espalda. Pero el padecimiento renal es silencioso en términos generales. Foto: FREEPIK

31 de octubre de 2022 08:00
Darla Arevalo

El cuerpo expulsa las toxinas al ser procesadas por los riñones. Estos órganos localizados en la mitad de la espalda, por debajo de las costillas, filtran los desechos y el exceso de agua en la sangre a través de la orina. Sin embargo, cuando existe una afectación renal producida por padecimientos previos como la diabetes o condiciones hereditarias desequilibran la función de estos órganos y acumulan toxinas.

Irma, de 61 años, fue diagnosticada con un problema renal a los 17 años. Ella acudió al hospital en compañía de sus padres por un inconveniente al orinar, el líquido que expulsaba tenía un color café que la preocupó. Tras revisiones y exámenes le diagnosticaron glomerulonefritis, una inflamación renal que altera los filtros que procesan los desechos y el líquido del cuerpo.

La paciente fue sometida a un tratamiento con fármacos durante 25 años de control del padecimiento y de la diabetes. Irma, a sus 42 años, empezó el proceso de diálisis por un daño mayor a sus riñones. Este procedimiento es una terapia sustitutiva para tratar el fallo renal y eliminar la acumulación de toxinas en el cuerpo.

Después de 13 años de este tratamiento y 3 años más de análisis y revisiones médicas y exámenes la paciente fue elegida como una candidata para un trasplante de riñón. Actualmente ya tiene 8 años con el riñón trasplantado y ha cambiado su estilo de vida. “Continúo tomando la medicina a la hora que es y me cuido en la comida”, aseguró la paciente.

Laura Ferreira, nefróloga clínica de Cleveland Clinic, explica que los problemas renales se agudizan cuando las personas tienen una enfermedad previamente diagnosticada, por ejemplo, la presión arterial alta o la diabetes provocan inconvenientes en la función renal para filtrar los líquidos y hacen que se torne más lenta por el daño a los nefrones (filtros).

El fallo renal aparece también por el consumo de ciertos medicamentos. La experta indica que consumir en grandes cantidades fármacos de venta libre como el ibuprofeno, para pequeñas dolencias, retrasa el proceso de filtración en los riñones y agudiza el cuadro médico.

Los problemas hereditarios son parte de las afectaciones al riñón, por ejemplo, la enfermedad poliquística renal, síndrome de alport, litiasis (cálculos renales) y las predisposiciones genéticas de cada persona para desarrollar un problema renal que puede ser terminal.

La prevención empieza en los hábitos en casa

Washington Osorio, nefrólogo y vocal científico de la Sociedad Ecuatoriana de Nefrología, explica que un adecuado control de enfermedades previas prolongará el diagnóstico de una falla renal, pues, los problemas de los riñones son silenciosos y se los identifica con exámenes de sangre y orina.

En la dieta diaria evitar el consumo elevado de sal y azúcar para mejorar la función renal al momento de filtrar las toxinas y el líquido en el torrente sanguíneo. Consumir las porciones adecuadas de comida.

Complementar la alimentación con frutas, proteínas animales, cereales y verduras ricas en vitaminas y minerales necesarios para la buena salud del organismo.

Finalmente, acudir a chequeos rutinarios con el médico de cabecera al menos una vez por año para conocer el estado del cuerpo. Evitar automedicarse al presentar dolencias pequeñas como: dolores de cabeza, molestias en las articulaciones e infecciones virales, bacterianas, entre otras.

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