En Ecuador, las principales dolencias que llevaron a niñas y niños de 1 a 4 años a los hospitales en el 2018 fueron la infecciones respiratorias, la diarrea, la gastroenteritis, las enfermedades del aparato digestivo y las enfermedades de la piel.

Mientras que para los niños y niñas de entre 5 y 9 años, los padecimientos más comunes registrados en las casas de salud fueron los mismos con dos añadidos: apendicitis aguda y fractura de antebrazo (INEC).
Las infecciones respiratorias altas como el resfriado común, la otitis, sinusitis y amigdalitis son las más frecuentes en los consultorios, según pediatras consultados. “A escala mundial, los pediatras nos basamos en señales de alarma en niños, como fiebre alta no controlable, vómito, dificultad para respirar, si un bebé no lacta, entre otros,” dice la pediatra María Luisa Félix.
Las vacunas y una adecuada nutrición son indispensables para prevenir estos males.

Prevención

El proceso de inmunización a través de las vacunas es necesario en cada uno de los niños para que estén protegidos de decenas de enfermedades, entre ellas varias respiratorias (neumococo, tosferina, influenza, etc.) que pueden devenir en neumonía. Pero también es importante la alimentación. “Los bebés estarán protegidos con la leche materna, uno de los principales alimentos que aporta anticuerpos, y posteriormente una alimentación balanceada a base de proteínas, hidratos de carbono y grasas”, explica la pediatra Patricia Unda.

Factor de riesgo

La desnutrición y no llevar un control del peso y la talla de la niña y el niño los hace más propensos a contraer enfermedades. También, el no lavar y cocinar bien los alimentos aumenta el riesgo de contraer una infección digestiva.