Existen mitos que se han generado en torno a las medicinas futuristas y el uso de la inteligencia artificial. Algunos se asocian a la forma de consumir los fármacos y otros a su efectividad.

Lo cierto es que la inteligencia artificial da un mejor resultado en el descubrimiento, desarrollo y efectividad de los nuevos fármacos para las enfermedades crónicas y virales.

Las medicinas del futuro se relacionan a la personalización y precisión; es decir, estas se adaptan a las características individuales de los pacientes en el tratamiento médico. Además, el uso de la inteligencia artificial en los fármacos potenciará la prevención de enfermedades colaterales asociadas al padecimiento principal diagnosticado.

Basia Coulter, directora global de I+D y programas de ensayos clínicos en Globant, explica que la diferencia entre las medicinas tradicionales y las futuristas son la forma de producción. Las antiguas estaban dirigidas a una persona promedio y podía o no tener los efectos sobre la enfermedad y las realizadas con IA toman en cuenta las diferencias genéticas que produce una enfermedad, los cambios que tiene al exponerse a los factores ambientales y la forma de funcionamiento y eficacia adaptable a diferentes grupos de personas.

Se creería que las medicinas futuristas o inteligentes ya se usarían por medio de un dispositivo móvil o un análisis biométrico; sin embargo, la forma de ingerirlos se mantiene por forma oral e intravenosa. El avance tecnológico en los fármacos establece y recomienda el tipo de consumo adecuado para cada persona por medio del chequeo de un especialista.

Las medicinas actúan por igual; es decir, la inteligencia de fabricación se centrará en la mejoría de las patologías y sintomatología que presenta una persona. La diferencia es que estos fármacos no perjudicarán la salud y las funciones de otros órganos y disminuirán los efectos secundarios.

Las ventajas del uso de la inteligencia artificial radican en el tiempo de producción, distribución y costo de las medicinas. La experta añadió que, el futuro de los fármacos inteligentes, se debe relacionar directamente con el consumo y comercialización para las personas que lo necesiten a un bajo costo.

Todas las personas podrán usar estas medicinas. Con el avance y desarrollo de la tecnología el tratamiento oral o intravenoso mejorará el desempeño al ser aplicados en niños o adultos con enfermedades básicas como resfriados, hasta crónicas como el cáncer.