La lactancia fortalece las defensas del recién nacido

A través de la leche se transmiten anticuerpos que ayudan a proteger
al bebé de virus y bacterias que provocan enfermedades e infecciones
La lactancia materna es fundamental para el desarrollo de los niños.

La lactancia materna es fundamental para el desarrollo de los niños.

21 de mayo de 2020 13:25
Ana Alvarado

Los anticuerpos son proteínas que genera el sistema inmunológico para proteger al cuerpo de organismos patógenos como virus y bacterias. Son importantes porque ayudan al cuerpo a estar preparado para responder a enfermedades e infecciones.

Durante los últimos tres meses de embarazo, la madre transmite sus anticuerpos a su bebé a través de la placenta. Esto se conoce como inmunidad pasiva. Una vez que el bebé nace necesita más protección y la mejor forma de lograrlo es a través de la lactancia. La leche materna es uno de los alimentos más ricos en nutrientes. Proporciona a los bebés las proteínas, el azúcar y la grasa que necesitan para crecer sanos. También, según Healthy Children, provee factores inmunológicos, enzimas y glóbulos blancos que protegen al recién nacido en su vida fuera del útero.

“Si usted sufre un resfriado mientras está lactando, por ejemplo, es muy probable que transmita los gérmenes del resfriado a su bebé, pero los anticuerpos que produce su cuerpo para combatir el resfriado también se transmitirán a través de la leche. Estos anticuerpos ayudarán a su bebé a combatir los gérmenes del resfriado de manera rápida y eficaz y posiblemente evitarán completamente el desarrollo del resfriado”, dice la organización.

El calostro es un tipo especial de leche materna que se produce inmediatamente después del parto y los primeros días de vida del bebé. Es sumamente rico en nutrientes y anticuerpos que ayudan al recién nacido, por lo que hoy en día los especialistas recomiendan amamantar a los bebés tan pronto nacen para poder protegerlos.
Sin embargo, la cantidad y el tipo de anticuerpos que transmite la madre a su bebé dependerá de su propia inmunidad; es decir, de los anticuerpos que ha desarrollado tras contagiarse de ciertas enfermedades.

Según Carolina Medina, médico pediatra, los bebés que reciben leche materna exclusiva, al menos durante los primeros 6 meses de vida, son menos propensos a desarrollar infecciones de oído, vómitos, diarrea, infecciones de vías urinarias, enfermedades respiratorias, entre otras. También estimula el crecimiento de bacterias saludables en el tracto intestinal del bebé, necesarias para mantener una digestión apropiada durante el resto de su vida.

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