La hidroterapia ayuda en la movilidad

La displasia de cadera también se trata con técnicas que incluyen agua para mejorar la capacidad de desplazamiento y desarrollo de las extremidades en niños
Los niños desde los 15 días de nacidos hasta los 4 años pueden recibir hidroterapias. Los menores de 1 mes ingresan a la terapia en los brazos de la experta. Foto: Cortesía Baby Adventure Spa

Los niños desde los 15 días de nacidos hasta los 4 años pueden recibir hidroterapias. Los menores de 1 mes ingresan a la terapia en los brazos de la experta. Foto: Cortesía Baby Adventure Spa

24 de octubre de 2022 08:01
Darla Arevalo

La hidroterapia trata la displasia de cadera infantil. Los bebés de horas de nacidos pueden ser detectados con este padecimiento, que provoca una alteración o desequilibrio que afecta al desarrollo e inestabilidad de las extremidades inferiores en la articulación coxofemoral (cadera) donde encaja la pelvis y se une al fémur.

Rafael, de 1 año y 9 meses, fue diagnosticado con displasia de cadera bilateral al poco tiempo de su nacimiento. Mayra, madre del paciente, explica que su niño presentaba dolor en las piernas al moverse o al tocarlas a la hora del baño.

Por recomendación médica, la madre lo llevó a hidroterapias para la displasia. En el centro de rehabilitación recibió información sobre estas técnicas, que permiten mejorar el nivel de afectación y fomentan la independencia de los niños en sus movimientos cotidianos.

En las tinas, los niños mejoran los movimientos del cuerpo con el uso de pelotas. Foto: Cortesía Baby Aventure Spa

En las tinas, los niños mejoran los movimientos del cuerpo con el uso de pelotas. Foto: Cortesía Baby Aventure Spa


Jéssica Martínez, fisioterapeuta especialista en hidroterapia, explica que el método trabaja en la displasia a través de la flotación, pues al ejercer esta acción dentro del agua los niños mejoran el sistema muscu­lar al moverse libremente en las tinas especializadas que se parecen a un jacuzzi para una sola persona. Estos espacios están compuestos por ‘jets-hidros’ que son los golpes de agua que crean burbujas en niveles bajo, medio e intenso, para trabajar el desequilibrio y el dolor de la cadera de los niños.

Antes de ingresar, los bebés reciben masajes en las piernas y se les coloca un flotador a la altura del cuello para dejar libres las extremidades para la serie de ejercicios acuáticos.

El pequeño Rafael recibió 24 sesiones de hidroterapia. Desde la primera hasta la última sesión, Mayra empezó a notar cambios en los movimientos del niño. Sus desplazamientos cada vez subían de nivel hasta que la displasia bilateral fue eliminada.

La fisioterapeuta Camila Mantilla explica que las expertas que acompañan al niño realizan movimientos suaves de forma circular, de arriba hacia abajo en las piernas generando un bloqueo en la cadera para evitar un mayor desnivel. Comenta también que al estar en el agua el dolor es menor y la manipulación de las extremidades es más fácil por las burbujas. Las terapias son una opción para evitar
las operaciones y se las hace hasta los 4 años. 

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