La fibra evita el estreñimiento

Es un padecimiento frecuente que aqueja a las embarazadas y está relacionado con las hormonas. La dieta y actividad son fundamentales para dar una solución.
El aumento de la progesterona es una de las principales causas de los problemas gastrointestinales, como el estreñimiento, en el embarazo. Foto: Pexels

El aumento de la progesterona es una de las principales causas de los problemas gastrointestinales, como el estreñimiento, en el embarazo. Foto: Pexels

10 de octubre de 2022 08:20
Darla Arevalo

El cuerpo de una embarazada sufre cambios mientras el bebé crece en el interior de su útero. Durante los primeros meses, las principales molestias son las náuseas y los vómitos. Pero se presentan casos de estreñimiento que se relacionan con las hormonas que se producen en este tiempo.

El ginecólogo-obstetra Daniel Vergara señala que este último padecimiento es más frecuente de lo que se piensa. Son varias las causas que lo ocasionan, pero la principal es la producción de progesterona que hace que el movimiento gastrointestinal disminuya.

En general, las hormonas que regulan el embarazo repercuten en todo el sistema gastrointestinal siendo responsables de la aparición de náuseas, vómitos y la molesta pirosis. Si se suman los efectos de los cambios fisiológicos, como el crecimiento del útero, y modificaciones en la actividad física (por la falsa creencia popular de que una mujer embarazada no debe moverse mucho) y en la dieta, la probabilidad de padecer estreñimiento aumenta, según este especialista médico.

Asimismo, es más probable que si la mujer era constipada antes del embarazo, lo siga siendo durante este período. A más del síntoma obvio -la dificultad para ir al baño durante días- el doctor Vergara menciona que existen quienes experimentan dolor abdominal y una sensación de llenura.

También pueden manifestarse, a la par, hemorroides y sangrados al momento de ir al baño por la presencia de fisuras anales leves. Patricia, de 36 años, tuvo estreñimiento durante sus dos embarazos. En el segundo tuvo mucho dolor.

Beber suficiente agua. Foto: Pexels

Por recomendación de su médico optó por resolver este problema a través de una dieta muy cuidada y ejercicio físico. Empezaba sus días tomando en ayunas una cucharada de aceite de oliva y un vaso de agua tibia. También dos ciruelas pasas hidratadas desde la noche anterior.

De igual manera, incluía siempre porciones considerables de verduras en todas sus comidas y trataba de mantenerse lo más hidratada posible. Para ella, la modificación en la dieta y mantener una actividad física constante fueron importantes. Cuenta que además de hacer caminatas diarias, tenía clases de yoga y aquagym e iba al gimnasio.

No cumplir algún paso de su estricto itinerario implicaba sufrir un “atasco” como se refiere a las crisis de estreñimiento que le daban. En algún punto del embarazo notó que el consumo de arroz el día previo le provocaba constipación.

Para el especialista Vergara, la mejor forma para tratar el estreñimiento es a través de medidas dietéticas y nutricionales, la incorporación diaria de ejercicio físico y una ingesta adecuada de líquidos. La clave en lo que se refiere a la alimentación es el consumo de fibra hidrosoluble, presente en vegetales, frutas, frutos secos, cereales, entre otros.

El ginecólogo aclara que no todos los alimentos, vegetales y frutas ayudan a evitar este padecimiento. No se recomienda, por ejemplo, si la mujer ya presenta problemas para evacuar que consuma plátano, verde o guayaba porque pueden tener un efecto contraproducente.

Además, el exceso de carbohidratos sin fibra, como el pan blanco, puede empeorar esta condición en la embarazada. Claudia Bacariza es fisioterapeuta especializada en maternidad. Hace algunas recomendaciones para ayudar a las embarazadas aquejadas con esta situación.

Consulta a tu médico. Foto: Pexels

Una correcta postura y respiración al momento de evacuar puede ayudar, así como masajes específicos guiados por una experta. Por lo general, la mayoría de las embarazadas sufren de estreñimiento durante el primer y segundo trimestre.

Después del nacimiento de su bebé
y la eliminación de la placenta, los niveles de las hormonas que provocaban parte de los problemas gastrointestinales bajan. Por lo que la mujer “debería, al cabo de una o dos semanas, retornar a la normalidad”, señala el galeno.

Pero, en determinados casos, la sensación de constipación continúa después de la llegada del bebé. Aunque no se relaciona a cuestiones hormonales. Es lo que le sucedió a Patricia en su segundo embarazo y tras el parto.

Al dolor en la zona del abdomen bajo se le sumó el temor de que se suelte algún punto al momento de ir al baño. Aunque fue algo que no ocurrió más de dos veces, ella cree que bajó la guardia con la dieta y estuvo menos activa durante esas primeras semanas de la maternidad.

“Algunas pacientes pueden manifestar estreñimiento tras el parto por una alteración en la percepción de los estímulos de la deposición”, especifica el ginecólogo. Ocurre, sobre todo, cuando la mujer tuvo un parto natural con desgarro o una episiotiomía. Incluso es habitual después de una cesárea porque se suspende la alimentación durante 12-24 horas y tras la intervención la mujer debe pasar mucho tiempo en reposo. 

Consejos

La hidratación es clave para evitar el estreñimiento, según la fisioterapeuta Bacariza. Lo más recomendable es beber líquidos con el menor contenido de azúcar posible, si es solo agua mejor. Las bebidas ayudan a descomponer los alimentos para que el cuerpo absorba nutrientes y hacen más blandas las heces.

La alimentación 
es otra pieza importante para contrarrestar este problema. Los productos altos en fibra hidrosoluble son los que debe consumir una embarazada para prevenir o solucionar su constipación. La zanahoria es una excelente opción, señala el ginecólogo Vergara. Así como la ciruela y la avena.

El ejercicio físico siempre y cuando no esté contraindicado por el médico también debería ser un hábito de toda embarazada. Claudia Bacariza señala que “la actividad física hace que se muevan las vísceras que provocan, a la vez, un micromovimiento en el colon. Lo que hace que sea más fácil evacuar”.

​Ante la persistencia de los síntomas a pesar de seguir las recomendaciones anteriores, lo mejor es consultar con tu ginecólogo antes de decidir tomar laxantes por cuenta propia. También puede ser útil consultar con una fisioterapeuta que puede sugerir un masaje en específico para resolver esta situación.

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