La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el parásito Toxoplasma gondii. Este es uno de los parásitos más comunes y existen en todo el mundo. Estos parásitos se excretan en las heces de los gatos domésticos, pero también puede infectar a otros animales como aves y animales de granja. Generalmente se discute la toxoplasmosis cuando hay una mujer embarazada, pues las complicaciones pueden ser graves.

En personas sanas la toxoplasmosis puede generar fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular, ganglios linfáticos inflamados y cansancio. Por ello es fácil que se confunda con un resfriado. De hecho, se estima que el 50% de adultos ha pasado la enfermedad en algún punto de su vida según la Organización Panamericana de la Salud.

Según la ginecóloga-obstetra Carmen Guerra, la enfermedad pasa como una gripe común en la mayoría de la población y en algunos casos no aparecen síntomas. Sin embargo, en las mujeres gestantes pueden aparecer otros problemas. “Las afectaciones dependerán en gran medida de qué tan avanzado está el embarazo", dice Guerra. En los primeros meses pueden producirse abortos espontáneos y muerte fetal. Si el embarazo está más avanzado los niños pueden sufrir problemas como convulsiones, daños cerebrales, infecciones oculares y otras complicaciones.

La prevención es la mejor manera de evitar esta enfermedad. Una de las mejores formas de hacerlo es cuidando la salud de las mascotas de la casa. Los gatos domésticos que permanecen dentro de casa y reciben los cuidados apropiados tienen pocas posibilidades de tener toxoplasmosis y de contagiar a sus dueños. Por ello la recomendación es evitar que los felinos salgan de casa en cualquier momento. Si tiene gatos en casa utilice guantes para cambiar la arena y evite estar en contacto con los desechos.

A pesar de que se piensa que los principales transmisores son los gatos, varios estudios han comprobado que la causa principal de contagio es por el mal manejo e higiene de los alimentos. Por ello se recomienda lavar adecuadamente las frutas y verduras con agua potable. Evite consumir carne cruda o poco cocida ya que puede albergar el parásito que causa la toxoplasmosis. Además, hay que lavar los utensilios de cocina y esterilizarlos con agua hirviendo.