Tomar un baño en la noche tras un intensa jornada de trabajo es relajante, pero irse a la cama frecuentemente con el cabello húmedo puede traer molestias. La razón es que la piel mojada del cuero cabelludo es más susceptible de irritarse, explica la dermatóloga Edith Marroquín.

La flora de bacterias y hongos que normalmente están en equilibrio en la piel se puede alterar porque la humedad crea un ambiente hospitalario para su proliferación. Eso podría desencadenar infecciones como foliculitis, tiña o dermatitis seborreica.

La combinación del agua con el calor corporal podría propiciar el crecimiento de bacterias y hongos en la almohada. Tras el baño, la fibra capilar se hincha por la absorción de agua y eso facilita el quebrantamiento del pelo debido a la fricción, además produce más enredo y causa rupturas al peinarse.

Por eso, recomienda la especialista, es preferible secarse el cabello antes de dormir. Para hacerlo la herramienta debe ser la secadora de pelo a una temperatura adecuada no la plancha eléctrica.

El motivo es que la plancha puede producir una lesión térmica que provoca microburbujas dentro de la fibra capilar y la debilita. La secadora debe usarse a 20 cm de distancia de la cabeza además de rotar alrededor de esta para no quemar zonas de la piel.

Por otro lado, dormir con el cabello húmedo en un clima frío no causa resfríos, como se cree, más bien puede ocasionar dolores a nivel posterior de los ojos o en los senos paranasales que están en el entrecejo. Es posible que esa molestia lleve a un diagnóstico incorrecto de sinusitis por la similitud con los síntomas de ese mal. f