La copa menstrual ahorra tiempo y dinero

Quienes usan la copa menstrual coinciden en que es práctica, higiénica y cómoda. La utilizan para ayudar al medio ambiente y reducir la contaminación.
La copa menstrual es una opción ecológica para el periodo. Foto: Freepik

La copa menstrual es una opción ecológica para el periodo. Foto: Freepik

25 de abril de 2022 12:00

Las primeras semanas que Carolina Granda, de 34 años, usó la copa menstrual tuvo un par de ‘accidentes’. 

Hubo unos escapes que atribuyó a que le costaba acomodarla bien porque estaba aprendiendo a ponérsela correctamente. Con el paso de los años, ya son 5 desde que se la compró, y gracias a la práctica su uso solo le ha traído ventajas.

La copa menstrual es una alternativa (a los tampones o toallas sanitarias) que crece.

Según un estudio con respecto a su uso publicado en The Lancet en 2019, el 70% de las encuestadas (más de 3 000 mujeres de 15 países) aseguró que prefiere la copa menstrual frente a otros métodos más tradicionales para gestionar su regla.

Carolina eligió este dispositivo en lugar de las toallas sanitarias desechables porque buscaba una opción ecológica. Antes de comprar la suya, revisó y comparó varias marcas. Se decidió por la que tenía mejores referencias. Prefirió pedir una vía Amazon que comprar las que existían en el mercado ecuatoriano en aquel entonces.

Rafaela Ordóñez, estudiante de Derecho de 23 años, al igual que Carolina decidió empezar a usar una copa menstrual para ayudar al medio ambiente. También por comodidad. “No le sientes a la copa, puedes usarla por más tiempo que un tampón o una toalla”, asegura y añade que le parece el método más higiénico.

Para Carolina limpiar la copa es fácil. Después de cada cambio la enjuaga con agua y solo la hierve  antes del siguiente periodo. Foto: Cortesía

Para Carolina limpiar la copa es fácil. Después de cada cambio la enjuaga con agua y solo la hierve antes del siguiente periodo. Foto: Cortesía


Cuenta que empezó a usarla hace dos años, justo antes de que se desatará la pandemia. Contrario a Carolina que no la usa en las noches, porque no le da confianza todavía, Rafaela la utiliza todo el tiempo mientras dura su periodo. La suya debe ser cambiada cada 12 horas; la de Carolina, cada 8.

Para ambas, las ventajas superan de largo a los contras. Sus copas costaron cerca de USD 40, por lo que sí les ha representado un ahorro real en comparación a lo que gastaban anteriormente en los métodos convencionales.

El único incoveniente que tiene esta opción es que se necesita un baño con un lavabo cerca para lavar la ‘copita’ al momento de cambiarse. 

Antes de comprarse una copa menstrual María Elena Acosta, de 33 años, leyó al respecto y vio varios videos de cómo usarla. Cuando en 2015 una amiga le contó que se había comprado una se animó a hacerlo también. Encontró que una chica las traía de Chile y las vendía en Quito. Compró una y es la que usa desde entonces. Como Carolina y Rafaela buscaba un método ecoamigable.

María Elena encontró una solución para cuidar su cuerpo con la copa menstrual. Foto: Cortesía

María Elena encontró una solución para cuidar su cuerpo con la copa menstrual. Foto: Cortesía



“Estaba interesada en buscar formas de cuidar mi cuerpo de una manera diferente”, expresa. Había leído que esta opción cambia la relación que tienen las mujeres con su periodo. “Realmente es así”, asegura María Elena.


Es lo que le pasó también a Rafaela. “A mí definitivamente me cambió la vida”, afirma. Se refiere a que la menstruación suele ser un tema tabú. Para ella, ver la sangre que se acumula en la copa le ayudó a quitarse el asco, a eliminar esa sensación de incomodidad.

Las tres mujeres coinciden en que al usarla no perciben molestia alguna. “Si te la sabes poner bien no sientes nada”, expone Rafaela. Ella solo tuvo accidentes en las ocasiones en las que no se la coloco bien. Cuenta que en una ocasión una amiga de ella no se acordó que tenía la copa menstrual puesta y se la dejó durante un día entero.

Aunque la amiga de Rafaela no tuvo problema alguno tras el descuido, lo cierto es que dejarse la copa dentro más tiempo del recomendado podría tener efectos nocivos.

Rafaela compró dos copas antes de decidirse por la definitiva. Dice que la que usa es de un silicón apto para la cavidad vaginal. Foto: Cortesía

Rafaela compró dos copas antes de decidirse por la definitiva. Dice que la que usa es de un silicón apto para la cavidad vaginal. Foto: Cortesía


Según la Asociación Española de Ginecología y Obstetricia (AEGO) dejar la copa al interior de la cavidad vaginal por un extenso periodo de tiempo sí podría desencadenar un síndrome de shock tóxico. Sin embargo, la probabilidad en este caso es baja.

Para evitar cualquier inconveniente y minimizar los riesgos es importante seguir las instrucciones de uso. Rafaela explica que ella compró también una taza especial para hervir el artefacto (lo mete durante 3 minutos en el microondas) al inicio de cada periodo. Y en cada cambio lo lava muy bien con agua.

A pesar de que tanto María Elena como Carolina están contentas con la ‘copita’ dicen que les gustaría también probar otros métodos alternativos a los habituales (toallas y tampones). Carolina dice que quiere empezar a probar toallas de tela para las noches, mientras que María Elena confiesa que le llama la atención la ropa interior menstrual.

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