¿Cómo controlar la presión arterial sin medicamentos?

Algunos cambios en el estilo de vida pueden disminuir los niveles de presión
La hipertensión se puede controlar con la alimentación correcta.

La hipertensión se puede controlar con la alimentación correcta.

10 de julio de 2020 15:30
Gabriela Castellanos

La presión arterial elevada afecta a más de 1000 millones de personas en el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud. Esta enfermedad se produce cuando la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es muy alta. Cuando esto no se controla pueden aparecer complicaciones como daños a vasos sanguíneos, accidentes cardiovasculares, aneurismas, entre otros.

Las personas que son diagnosticadas con hipertensión no siempre presentan síntomas, pero el tratamiento debe realizarse para evitar estos problemas. Una de las formas es hacerlo con medicación. Sin embargo, hay otras alternativas para reducir la presión arterial a través de cambios en el estilo de vida de los individuos.

El primer paso es controlar el exceso de peso. Este es uno de los métodos más efectivos para controlar la presión arterial. Según la Clínica Mayo se puede bajar la presión hasta en 1 mm/Hg por cada kilogramo de peso que se reduzca.

Otra de las formas de lograrlo es a través de la alimentación sana y el ejercicio constante. 30 minutos de actividad física diaria ayudan a disminuir cerca de 5 a 8 mm/Hg, según el mismo centro médico y de investigación. Las actividades más recomendadas son las que se conocen como ‘cardio’. Caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar y bailar son buenas opciones. El HIIT se ha mostrado en los últimos años como una opción para lograr este objetivo. Estos ejercicios también deben combinarse con fortalecimiento.

La alimentación es fundamental. Hay que incluir cereales integrales, frutas, verduras y lácteos bajos en grasa. Disminuir el consumo de grasas saturadas y alimentos que elevan el colesterol. Esto puede disminuir hasta en 11 mm/Hg la presión arterial. Otro aspecto importante es reducir el consumo de sodio. Una buena opción es quitar el salero de la mesa y utilizar poca cantidad de este condimento a la hora de preparar los alimentos. Una pequeña reducción de sodio puede mejorar la presión entre 5 y 6 mm/Hg. El consumo de alcohol y cigarrillo también es contraindicado.

El estrés es uno de los principales desencadenantes de la presión elevada. Los médicos recomiendan buscar alternativas para eliminar los factores que desencadenan el estrés o buscar mecanismos que ayudan a aliviar estas emociones. La meditación y el yoga pueden ser útiles, así como acudir a terapia para aprender a manejar mejor las situaciones difíciles del día a día.

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