El estrés se manifiesta de muchas maneras y una de ellas es a través del bruxismo. Este es un trastorno dental, inconsciente en el que se aprietan o rechinan los dientes hasta provocar molestias en diferentes partes de la cabeza.

Según el dentista Francisco Buenaño Herrera, los casos por esta causa se han incrementado las últimas semanas. “Se ha exacerbado en esta época al punto de que varios pacientes despostillan, rompen o aflojan sus piezas dentales inconscientemente y requieren tratamiento”, dice.

Para Buenaño, el bruxismo puede identificarse de distintas maneras y es común que se acompañe de desgaste de las superficies dentales, tensión y dolor muscular mandibular o del cuello, migrañas, insomnio o dolores de oído. “Si bien todos podemos desarrollar bruxismo al no contar con una mordida perfectamente equilibrada, vemos que se presenta más en personas con alta carga emocional”

Causas

Si el dentista sospecha que una persona sufre bruxismo, se evaluarán si se tienen síntomas como dolor ligero en los músculos de la mandíbula, anomalías dentales evidentes, como dientes rotos o faltantes, y otros daños en los dientes, en el hueso que está debajo de ellos y en el interior de las mejillas.

Para ello, se realizan radiografías y exámenes dentales para detectar otros trastornos que pueden causar un dolor similar en la mandíbula o en los oídos, como los trastornos de articulación temporomandibular.

Consecuencias

Hipersensibilidad aguda. Al rechinar, los dientes se desgastan, astillan y rompen, causando dolor.
Sensibilidad dental. Especialmente al frío, al calor y a los alimentos dulces.
Irradiación del dolor. El malestar puede extenderse a otros órganos como cuello, oído o cabeza.