El aceite de oliva presenta diversos beneficios para la salud y el bienestar, debido a que entre sus componentes está el ácido oleico, que tiene propiedades que ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer o alzhéimer y también a reducir el colesterol.

El ácido oleico representa entre el 70 y el 80% de la composición del aceite de oliva. Por ello, un grupo de profesores de la Universidad de Sevilla, España, en colaboración con profesionales del Distrito Sanitario Sevilla Norte y Aljarafe y del Hospital Costa del Sol, elaboraron un estudio sobre sus principales aportaciones a la salud.

En el cerebro, este ácido es un componente principal de las membranas de las células, incluidas las neuronas. En los cerebros de pacientes que sufren trastornos depresivos graves y la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, se ha observado una disminución significativa del nivel de ácido oleico.

Otros de los efectos característicos del ácido oleico son sus propiedades antioxidantes, ya que puede regular directamente tanto la síntesis como la actividad de las enzimas antioxidantes. Con ello se previene que las grasas se oxiden en el torrente sanguíneo y obstruyan los vasos.

Este ácido también está reconocido como molécula anticancerígena por sus efectos inhibidores sobre la sobreexpresión de oncogenes (genes que han sufrido mutaciones y que tienen potencial a causar cáncer) y sus efectos sobre la muerte celular programada. Además, el ácido oleico se considera generalmente una molécula antiinflamatoria, aunque esta cualidad sigue siendo objeto de debate entre los científicos.

Por otra parte, la oleiletanolamida, un derivado del ácido oleico, tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes propios y ahora se ha propuesto como un potente agente terapéutico para tratar la obesidad.

Las nuevas investigaciones sugieren que puede influir en la modulación del sistema inmunitario, concretamente regulando las células implicadas en el desarrollo de la inflamación.

Otros beneficios

La nutricionista Verónica Robayo menciona otros beneficios ya comprobados del principal componente del aceite de oliva. Uno de ellos es a nivel cardiovascular. Un estudio demostró que su consumo es bueno para el corazón y brinda protección contra enfermedades cardíacas, así como frente a la hipertensión arterial.

También destaca su aporte en el desarrollo neuronal y supervivencia de las neuronas, por lo que recomienda su consumo a temprana edad, a partir de los 2 años.
De igual manera, en el sistema digestivo se ha observado beneficios debido a que promueve el movimiento de heces y reduce las molestias por el estreñimiento.

Robayo recalca que el consumo de aceite de oliva debe ir acompañado de una buena alimentación. Recuerda que el producto, que se obtiene del fruto del olivo, abunda en la dieta mediterránea, que en el mundo es la más reconocida para prevenir enfermedades y el envejecimiento.

Esta dieta se caracteriza por un elevado consumo de verduras y frutas, un consumo moderado de pescado, un consumo bajo-moderado de lácteos y un consumo bajo de carne roja.

Consumo

Infancia. En los niños desde los 2 años, la nutricionista Verónica Robayo recomienda el consumo de media cucharadita en alimentos ya preparados como ensaladas. Así se asegura un aporte de energía.

Comidas. En adultos se aconseja la ingesta directa de dos cucharaditas diarias, por ejemplo, durante el almuerzo o la merienda. También se lo puede añadir en la última cocción de los alimentos.

Aporte. Las mujeres embarazadas incluso pueden optar por tres cucharaditas de aceite de oliva. Un estudio demostró que tiene efecto positivo en el desarrollo del feto y un aporte adecuado de vitamina E.