Uno de los condimentos más usados en la preparación de alimentos es el ajo. Es rico en vitaminas, estimula las funciones hepáticas y combate en las inflamaciones intestinales. Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, también puede prevenir el cáncer de colon, estómago, páncreas, próstata y mama.

Según un artículo publicado en el medio online español La Vanguardia, el ajo forma parte de la medicina natural para el cuidado del corazón y la salud cardíaca. La función curativa del vegetal se presenta en el sabor. Este reduce drásticamente el riesgo de un ataque cardíaco.

Esta semilla también disminuye la presión arterial alta, la generación de trombos (coágulos de sangre) y mejora la circulación de la sangre. Los extractos de ajo reducen los niveles de presión y miocardiopatía. Además, disminuye la oxidación en el cuerpo. Según un artículo publicado en la revista científica Elsevier, explica que se debe consumir uno o dos dientes de ajo al día.

Para ingerir el ajo no es necesario comerlo entero. Se lo puede aplastar o cortar en pequeñas rebanadas, puede ser combinado con otro alimento o consumirlo solo. Es recomendable no cocinarlo más de 40 minutos para evitar la pérdida de nutrientes.

Una investigación realizada en la Universidad Complutense de Madrid expone que las personas que sufren de arteriosclerosis se han sometido al tratamiento del ajo. Se les proporcionó una cantidad de 300 mg durante dos años. Los resultados demostraron una reducción de endurecimiento de la grasa en las arterias. Se debe a las propiedades anti aterogénicos y anti ateroscleróticos.

Es un antibiótico natural muy efectivo contra bacterias y virus como la gripe; también se descubrió que el ajo es un antioxidante que previene enfermedades degenerativas.