¿Cómo se crea el vínculo entre papá e hijo?

La relación empieza durante la gestación, pero se construye y se fortalece
a lo largo de la vida
Los papás deben asumir el rol de guía y confidente de los chicos. Es importante establecer un canal de comunicación seguro con los hijos. Foto: Pexels

Los papás deben asumir el rol de guía y confidente de los chicos. Es importante establecer un canal de comunicación seguro con los hijos. Foto: Pexels

17 de junio de 2019 12:59

Redacción Familia (I)

Mucho se ha hablado y estudiado sobre el vínculo afectivo entre la mamá y su bebé, incluso desde las primeras semanas de gestación. Pero la relación entre el padre y su hijo también ha sido motivo de estudio en los últimos años.

“Durante los primeros días del bebé, los padres pueden tener dificultades para encontrar su lugar en esta nueva dinámica familiar”, explica la psicóloga y terapeuta Jéssica Vásconez. El padre enfrenta una nueva realidad: la relación entre madre e hijo suele ser el centro de atención, pero la participación de papá sigue siendo primordial.

El vínculo que se crea entre un padre y su hijo no llega de forma tan natural como ocurre con la madre. Esta relación se construye con la presencia constante en la vida del hijo. El trabajo se inicia desde el embarazo. Varios estudios han demostrado que los bebés pueden sentir y escuchar lo que ocurre a su alrededor cuando están en el vientre materno. Si los padres también les hablan, les cantan o les cuentan historias, los niños podrán familiarizarse con su tono de voz y reconocerlos.

Los cambios que se producen en el cerebro de los hombres que van a convertirse en padres empiezan en las primeras semanas de gestación. Pese a que son las mujeres quienes experimentan la mayor cantidad de cambios hormonales y en el funcionamiento cerebral, la llegada del bebé también genera cambios en la figura paterna del nuevo bebé.

“Cuando el hombre se entera que va a ser papá también aparecen muchas emociones: miedo, incertidumbre, felicidad y dudas. Pero esas emociones no siempre son consideradas importantes. Lo que debemos tomar en cuenta es que desde ese momento el papá también experimenta cambios en su personalidad y empieza a prepararse para la paternidad”, dice la especialista. Pero, ¿cómo ir creando este vínculo desde el embarazo? En este sentido la madre juega un rol fundamental.

Una de las primeras cosas que se evidencian es que se vuelven más protectores tanto con la madre como con el bebé. Cuando esto ocurre y la mamá y el hijo se sienten protegidos, también se crea un vínculo especial en la nueva familia.

Estar involucrado en toda la gestación es algo fundamental. Esto implica asistir a las consultas médicas, ir a cursos prenatales, buscar información y leer libros sobre paternidad. “Cuando nace el bebé la familia se enfrenta a muchas cosas y situaciones nuevas y si los papás también están preparados e informados sobre lo que se debe hacer es mucho mejor”, dice Vásconez.

Todo lo anterior es una preparación y la creación del vínculo entre el papá y su bebé, pero esta relación debe fortalecerse y consolidarse una vez que nace el niño y el padre asume el rol de cuidarlo y atenderlo junto a su pareja.

Uno de los primeros momentos en los que los padres tienen oportunidad de vincu­larse con el bebé es poco después del parto. El método del papá-canguro facilita esta conexión especial gracias al contacto piel con piel. Consiste en tener al bebé únicamente con pañal recostado sobre el pecho del padre. Los estudios han mostrado que esta práctica provoca varios beneficios en el desarrollo intelectual y emocional de los recién nacidos.

A partir de las primeras semanas es importante que el padre esté comprometido con el cuidado del niño; que ayude a la madre con la alimentación, ya sea con biberón o acercándole el bebé para la lactancia. También en los cambios de pañal o en el proceso de hacer dormir al pequeño.

Cuando el niño o la niña crezcan ya habrá establecido un vínculo fuerte con su padre y su madre. Si el proceso es exitoso será más fácil implementar una comunicación adecuada dentro del hogar. También se podrán resolver los conflictos en casa y se tendrá más confianza de los hijos. En la adolescencia esto será particularmente útil para que los padres puedan ser la guía que necesitan los chicos.

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