El arte juega un rol muy importante en el desarrollo de los niños. No solo les ayuda a manejar de mejor manera las emociones sino que también les permite aprender ciencias, matemáticas y desarrollar el hemisferio lógico del cerebro. Además, promueve el desarrollo social, visual y motor de los pequeños.

Varias investigaciones han demostrado que es más fácil enseñar a los niños cuando son más pequeños, porque es entonces cuando su cerebro es como una esponja que absorbe todo el conocimiento de mejor manera. Pero también se ha demostrado que se puede aprender a cualquier edad.

Un estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, Robert Root-Bernstein y su madre, Maurine Bernstein, demostró que la mayoría de ganadores de Premios Nobel y miembros de la Academia Nacional de Ciencias en Estados Unidos tenían hobbies relacionados con el arte.

Este hallazgo se amplió en otro estudio realizado en la Universidad de California Irvine, que reveló que la exposición a la música realza las habilidades intelectuales. No solo por escuchar a Mozart se mejora el performance, sino que los preescolares que tocaban el piano eran mejores estudiantes en matemáticas y ciencias, que sus compañeros que no estaban involucrados en la música.

Los beneficios de involucrar a los niños en el arte son muchos, pero lo importante es motivarlos a que sigan ese camino. El reconocido pintor y grabador Mark Rothko fue maestro de arte durante más de 20 años en Brookin, Nueva York. Para él, el arte de los niños era fresco, por su autenticidad e intensidad emocional de sus creaciones.

Rothko escribió un ensayo con consejo sobre cómo fomentar el arte en los pequeños, conocido como ‘El libro del garabato’, que detallaban su pedagogía progresiva. Allí dejó algunos consejos sobre cómo impulsar el lado artístico de los pequeños.

Uno de ellos es mostrar a los niños que el arte es una forma universal de expresión, tan elemental como hablar o cantar. Esto implica entender que todos pueden hacer arte, incluso aquellos sin talento innato o formación profesional.

Además, se debe permitir que los niños sean creativos, no limitar con la visión de los adultos. Cuando ellos se sienten libres, son capaces de desplegar hermosas obras. El arte desarrolla empatía y eso es lo que los convertirá en seres humanos con habilidades especiales.