El tarro del aburrimiento genera lazos familiares

El aburrimiento no es necesariamente malo, pero esta técnica puede ayudar los padres a conectar con sus hijos a través de variadas actividades.
Lo importante es compartir tiempo con ellos.
El tarro del aburrimiento da nuevas opciones de actividades recreativas para disfrutar junto a los niños. Foto: Pexels

El tarro del aburrimiento da nuevas opciones de actividades recreativas para disfrutar junto a los niños. Foto: Pexels

8 de julio de 2022 10:58
Gabriela Balarezo

Con la llegada de las vacaciones surge la inquietud en los padres por ofrecer a sus hijos diferentes actividades. Sobre todo en los momentos de estar en casa. Hay toda una gama de opciones para hacerle frente al aburrimiento.

Aunque este término, que suele tener una connotación negativa, puede verse en realidad como una oportunidad. Hay estudios que demuestran que aburrirse resulta beneficioso para el desarrollo psicológico y su creatividad.

Quizás inspirada en la premisa de ver esta sensación como una oportunidad surge una técnica para gestionar o redireccionar el aburrimiento infantil. Se llama el tarro del aburrimiento y consiste en colocar en un recipiente papeles con diferentes actividades para sacar una al azar cuando a hijos y padres se les acaben las ideas para entretenerse.

Ese hallazgo sorpresa agrega diversión y compromiso con la actividad. Ya sea para que los niños las hagan por su cuenta o para compartir un tiempo en familia. Con la idea del tarro del aburrimiento en mente, dos mamás comparten sus experiencias al respecto y las actividades que pondrían para que realicen sus hijos junto a ellas.

Michelle Cortez (29 años) es profesora de preescolar (aunque no ejerce por el momento). Lo que más le gusta hacer con su hija Martina, de 20 meses, es observarla mientras juega. Por su profesión sabe lo importante que es el juego libre para su desarrollo. A la vez que trata de no sobrecargarle con actividades preparadas a la semana.

A Michelle  Cortez le gusta mucho cocinar con su hija Martina de 20 meses. Foto: Cortesía


Esta mamá sabe que el aburrimiento es necesario y las actividades que propone para el tarro son específicas para lograr la conexión tan necesaria que los pequeños requieren de sus padres. Michelle confiesa que le gusta mucho cocinar con Martina, así que es una actividad que no podría faltar en su lista. Sobre todo ensalada de frutas. Salir a pasear por la urbanización en la que viven y hacer collares de fideos son otras opciones que plantea.

Ibeth Suasnavas (36 años) es una empresaria a cargo de una agencia digital. Cuenta hace algún tiempo que ideó una variación del tarro del aburrimiento. Los llamó los cupones de la felicidad y consiste en colocar, igual en un recipiente, papeles con actividades breves para realizar al momento.

Como saltar 20 veces en el mismo lugar o regar las plantas. La inspiración vino de un juego de mesa que adaptó para su hijo Leo poniéndole pequeños retos. Dice que había leído mucho acerca de la importancia del tiempo de calidad y que las actividades de los ‘cupones de la felicidad’ están hechos para conectar con su hijo.

Además tomó en cuenta lo que le apasiona a Leo. Como le encantan los autos, entre las actividades que tienen en su tarro está construir una ciudad o pista y jugar en ella con los carros. 

Ibeth Suasnavas junto a Leonardo, de 5 años, y el tarro en donde guardan sus cupones de la felicidad.  Foto: Cortesía



Más ideas de actividades para colocar en el tarro del aburrimiento
El movimiento les ayuda a Ibeth y a Leo a activarse. Por eso entre sus cupones incluyeron propuestas como ir a caminar juntos o jugar al “suelo de lava” que consiste en moverse de un lado al otro de la casa sin tocar el piso, usando cojines, por ejemplo.

Cocinar es una actividad que además de fomentar la autonomía fortalece la conexión. Michelle propone hacer una ensalada de frutas porque es lo que más le gusta a Martina. A Ibeth y a Leo les encanta preparar pizza y galletas de avena y banana juntos.

Conectar es lo fundamental. Una sugerencia de Michelle es pintar un cuadro juntos. Ella tiene una pared especial en casa destinada a las obras de arte de su hija. Mientras que Ibeth propone una tarde de películas, con la preparación de canguil incluido.

Te puede interesar