La escena ocurre en una guardería de Monroe, en el estado de Mississippi (Estados Unidos). Una de las profesoras luce la típica máscara de la película ‘Scream’ y la usa para asustar a varios de los niños que tiene a su cargo. Los pequeños lloran desesperados e intentan alejarse de ella cuando se les acerca.

Este es uno de los distintos videos virales que circulan en redes sociales y que muestran a niños pequeños siendo asustados por sus cuidadores o personas allegadas a ellos. La escena de la guardería ocurrió a inicios de octubre y las cinco profesoras implicadas fueron despedidas e incluso podrían enfrentar cargos por abuso infantil.

Someter a los niños -a propósito- a situaciones como esta les genera una dicotomía, advierte la psicóloga clínica especializada en ansiedad y estrés, Gabriela Jordan. Esto se traduce en que, por un lado, los pequeños se sienten cuidados por esa persona en la confían por la relación diaria que mantienen y, a la vez, sucede algo que los pone en alerta. Por lo general, los niños confían en sus cuidadores y cuando se dan casos como el de la guardería están realizando lo opuesto a lo que los niños esperan de ellos.

La afectación que dicha circunstancia tenga en los niños depende mucho de la impresión que haya dejado en los pequeños, de la constancia (si es algo puntual o recurrente) o el contexto en general de cada niño, explica la experta.

Las situaciones que generan susto o miedo en los niños se manifiestan como “impresiones”, según Jordan. Ellos se quedan con la emoción generada por la experiencia vivida. “El niño no puede discernir, porque no ha desarrollado esos procesos cognitivos que les permiten evaluar a los adultos y determina que es algo que ya pasó, que fue un simple susto”, detalla la psicóloga.

En otro video viral del tipo que ha circulado en el último mes se observa a un niño pequeño sentado en una sillón junto a una niña mayor, rodeados de elementos decorativos de Halloween. De repente, de detrás del sillón sale una persona disfrazada de Freddy Krugger (otro personaje de terror) y se suman otras dos personas más con disfraces de personajes de terror. Uno incluso persigue al niño con una sierra eléctrica. Estos sustos tienen efectos similares a los que produce en los niños la exposición a noticias o sucesos estresantes, señala Jordan.

Los pequeños, continúa la psicóloga, pueden llegar a sentirse muy angustiados. Al ser niños no pueden explicar lo que les pasa del todo, pero se quedan con una “gran huella o impresión” de lo sucedido. “Básicamente con una fijación del sentir”, dice. 

Otros efectos

Problemas. Cuando la impresión es profunda o si la situación, que provoca el susto, es recurrente, los niños, pueden tener problemas para dormir y pesadillas.

Señales. Los pequeños “hablan con el cuerpo”, dice la psicóloga Jordan. Así que las consecuencias pueden ser dolores, quejas física e irritabilidad.

Testimonios

Impresión. Cuando Francisco, ahora de 25 años, era pequeño, su hermana mayor le asustó con un póster en el que aparecía el muñeco Chucky. Él todavía recuerda ese momento, sobre todo, el miedo que sintió.

Consecuencias. Tras el episodio, dice el joven, tuvo problemas para dormir y pesadillas por algunos días.

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