¿Cómo sobrevivir al primer día en kínder?

Los niños necesitan sentir seguridad de los padres en el proceso de adaptación a la escuela. Los papás deben motivarlos todos los días y prepararlos antes.
Los padres son fundamentales para transmitir seguridad a los niños en esta nueva etapa. Foto: Pixabay

Los padres son fundamentales para transmitir seguridad a los niños en esta nueva etapa. Foto: Pixabay

28 de agosto de 2019 10:09
Nancy Verdezoto

El kínder es una parte fundamental del proceso educativo de los niños. Se trata de un proceso de transición y de adaptación que incidirá en su proceso de desarrollo.

Por ello, es fundamental que los pequeños tengan un adecuado proceso de integración a esta nueva fase. De una inducción correcta dependerán su aprendizaje y su socialización.

Como padres, nuestra obligación es transmitir a nuestros hijos seguridad y confianza, para que cuando llegue el momento de empezar las clases, los niños se sientan a gusto y en calma.

Según Carolina Espinosa, psicóloga clínica, existe una relación importante de apego, principalmente, entre la madre y su hijo. “En la medida en que los padres vivan esta etapa de la forma más tranquila posible, los niños podrán adaptarse de una forma más completa. Pero si ellos se sienten angustiados por el crecimiento y la separación de sus hijos, será más difícil el primer día de clases”, puntualizó.

Los niños captan los temores, angustias y expectativas de los adultos frente a los niños y a la escuela. Por ello, se debe motivar a los pequeños a acudir, a aprender y a disfrutar de esa nueva etapa.

Si como madre o padre nos sentimos incómodos o nerviosos, lo mejor es buscar una respuesta a esa ansiedad. Sea hablar con el colegio para despejar las dudas o con algún terapeuta que nos enseñe a manejar de mejor forma el tema.

Espinosa recomienda hablar con los niños con anticipación sobre lo que se viene, motivarlos y hacer un proceso imaginario de cómo serán sus días, las cosas que va a aprender y los amigos que va a hacer.

También, en medida de lo posible, puede acudir con su hijo al nuevo colegio, presentarle a la maestra, conocer los espacios en donde los niños estarán, dónde jugarán, etc. Esto le dará una perspectiva de cómo será el lugar en donde pasará algunas horas al día, para luego volver a casa.

“Una forma de ayudarles a que se sientan tranquilos es hacerles promesas. Puede decirle: ‘a las 12:00 tú y yo nos vamos a ver; o cuando el reloj tenga estos números tú saldrás para casa y yo te voy a esperar. Esto les da a los niños la sensación de que no van a ser abandonados y solo se trata de unas horas en la escuela”, explicó Espinosa.

Asimismo, es importante que en el momento de dejar al niño en la escuela nos despidamos de él. Muchos padres creen que si se escabullen, los niños se olvidarán de que papá o mamá estaban allí y se quedarán tranquilos, pero lo cierto es que esto solo genera ansiedad y un sentimiento de abandono. Lo sugerido es despedirse de forma natural, como si se tratara de un día común, sin alegrarse ni llorar. “Debe ser como cuando nos despedimos porque vamos al trabajo o en la noche, al dormir. Esto genera una sensación de normalidad y evita provocar una sensación de abandono”, finalizó la psicóloga.

Te puede interesar