El síndrome del hijo único repercute en la adultez

La sobreprotección de los padres y excesiva atención provoca conductas de aislamiento y cambios de humor en niños y adolescentes
El síndrome del hijo único es evidente desde los 2 años . Afecta al desarrollo social en la adolescencia y adultez. Foto: Freepik

El síndrome del hijo único es evidente desde los 2 años . Afecta al desarrollo social en la adolescencia y adultez. Foto: Freepik

13 de junio de 2022 08:00
Darla Arevalo

Tener toda la atención de los padres, no socializar y presentar rasgos de sobreprotección son parte del síndrome del hijo único que experimentan algunos niños.

Renata Arias, psicóloga infantil, explica que el síndrome se asocia al cuidado excesivo de los padres primerizos por su hijo, es decir, mamá y papá estarán en una constante alerta sobre las necesidades que presente el menor sin importar la edad que tenga.

La experta indica que ser hijo único puede desencadenar ciertos problemas en los niños al momento de sociabilizar que afectan en el desarrollo emocional infantil y que repercuten en la adultez.

En los niños, esta condición empieza desde su nacimiento, en las etapas del crecimiento se hace más evidente. Por ejemplo, en el primer acercamiento escolar estos infantes tienen dificultad para entablar conversaciones y hacer amigos, disfrutan de estar solos, presentan una alta competitividad con sus compañeros o maestros, buscan atención, tienen cambios de humor repentinos y conductas agresivas entre otros.

Estas actitudes se dan porque los menores se encuentran en una constante sobreprotección, necesitan la ayuda de sus padres y se sienten bien solo con ellos; sin embargo, presentan actitudes de rechazo a los progenitores cuando no consiguen algo que quieran en el momento que lo piden.

¿Cómo afecta la sobreprotección?

Sobreproteger es dar más atención de la necesaria a los hijos. Los padres sobreprotectores continuamente resuelven los problemas de los hijos en la escuela, el colegio, con las amistades, en la familia y más aspectos sin importar la edad.

La psicopedagoga del instituto Peke Sabios, Paola Fajardo, comenta que esta condición provoca que los infantes desarrollen una personalidad insegura, baja autoestima y problemas para socializar que se evidenciarán con mayor fuerza en la adolescencia y adultez.

En los estudios y trabajo, los hijos únicos que han vivido sobreprotección tienen una tolerancia menor a la frustración y buscarán a familiares cercanos para resolver las situaciones. No saben trabajar bien en equipo. Esto no significa que un hijo no deba contar con el cuidado y apoyo de papá o mamá, sino que deben aprender a encontrar soluciones por sí mismos.

¿Cómo ayudar?

El síndrome del hijo único se trabaja en conjunto. Para evitar conductas que afecten al entorno social, las expertas dan recomendaciones para los padres en el hogar.

Deben empezar a educar con la técnica de réplica, es decir, los niños aprenderán a ser responsables de guardar sus juguetes, ropa y más con la guía de sus padres. Esta actividad fomentará la individualidad e independencia de los menores.

Establecer límites ayudará a frenar las conductas agresivas con los familiares y amigos. Evitar la atención excesiva, los padres deben permitir que los niños exploren el entorno, jueguen y conozcan, además tienen que incentivar la toma de decisiones ante un problema.

Finalmente, las familias deben realizar actividades o juegos en conjunto para motivar la socialización con otros pequeños.

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