Los riesgos del 'shareting' o compartirlo todo en redes sociales

La privacidad de los hijos y de la familia puede verse afectada por la cantidad de información que se sube a la Internet
Es importante cuidar la huella digital que crean los padres sobre sus hijos. Foto: Freepilk

Es importante cuidar la huella digital que crean los padres sobre sus hijos. Foto: Freepilk

5 de agosto de 2019 12:36
Nancy Verdezoto

Los padres son los protectores de los hijos y eso incluye su privacidad. Ellos son quienes deben velar por la seguridad de la familia y evitar que personas inescrupulosas puedan acceder a información privilegiada de los chicos. Sin embargo, hoy en día pueden ser los mismos progenitores quienes -muchas veces sin darse cuenta- ponen en riesgo la vida de sus hijos al exponerlo todo en las redes sociales.

Muchos lo hacen por orgullo, otros simplemente quieren compartir con sus contactos algo más de su vida en familia. Lo cierto es que muy pocos analizan los peligros de compartir información de los niños para el resto del mundo.

Un estudio publicado en la revista The New Educational Review reveló que al cumplir los seis meses de edad, el 81% de los bebés ya tiene presencia en Internet. En sus cinco primeros años de vida habrá más de 1 000 fotografías circulando por la red. También encontraron que un 5% de niños menores de dos años tiene un perfil social creado por sus padres.

El impacto que sigue a estas acciones no siempre es conocido por los padres. Algunos comparten alguna que otra foto vergonzosa de su hijo, sin mala intención. Pero esas imágenes se quedan en la red y llegan a personas completamente desconocidas.

En algunos casos, los chicos pueden sufrir acoso o bullying en sus escuelas y colegios porque sus compañeros han visto imágenes suyas. Esto puede afectar seriamente su adolescencia, una etapa ya complicada para muchas personas.

La psicóloga infantil Estefanía Argüello Salas cuenta que muchas veces los padres piden a sus hijos ser responsables con la información que comparten, pero ellos mismos no son cuidadosos con los datos que publican. “Es un tema de dar el ejemplo. Si quiero que mi hijo tenga cuidado, no debo empezar por compartir su información personal, muchas veces sin su autorización”, asegura.

Por otro lado, esta práctica puede llevar a amenazas serias para la seguridad. En el primer día de clases, por ejemplo, los padres orgullosos tienden a compartir fotografías de sus hijos con sus uniformes escolares. Esto no es inofensivo. Sin embargo, una persona con malas intenciones podrá encontrar fácilmente a los chicos con solo saber el nombre del colegio al que asisten. Lo mismo ocurre con las actividades extracurriculares.

El material relacionado a los niños que se sube a Internet crea una huella digital. Esta no siempre será la mejor para los niños y puede traerles problemas de autoestima. Esto ha llevado a que muchos hijos hayan impuesto demandas a sus padres por violar su privacidad.

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