¿Cómo proteger a los niños con la violencia sexual?

Madres y padres deben informarse y educar a sus hijos sobre sexualidad en un ambiente de confianza
26 de mayo de 2021 15:38
Nancy Verdezoto

Seis de cada 10 abusos sexuales son perpetrados por una persona muy cercana a la familia o un familiar, según Unicef. Por esto es urgente que madres y padres se informen y eduquen a sus hijos para prevenir o identificar una situación de riesgo a tiempo.

Luis Moreno, doctor en Psicología Clínica, dice que los padres deben evitar, como primer punto, establecer una relación de poder con los hijos. “Con una formación muy autoritaria de los padres, los niños se acostumbran a obedecer a los adultos”, explica. Lo anterior pone en una situación de vulnerabilidad a los menores frente a mayores que quieran hacerles daño. Lo saludable, dice, es instaurar una relación de diálogo, en la que el adulto pide y no ordena.

Esto creará lazos de confianza. Un niño que confía en sus padres, les contará cómo se siente respecto de la presencia de personas que podrían vulnerarlo o directamente les contará sobre el abuso.

Como segundo punto, Moreno aconseja no dejar a los niños bajo el cuidado de personas adultas que no sean de absoluta confianza. Asegura que la mayoría de abusos se da con parientes de la segunda línea familiar, es decir, tíos, primos, abuelos, padrastros, amigos o vecinos. Son personas que se ganan la confianza de los padres y de los niños.

“Es prioritario que haya consenso social para educar a padres y niños en cuestiones de salud reproductiva y sexual”, dice. La educación previene. Si los niños conocen sus zonas erógenas y las identifican como privadas, no van a dejarse tocar ni a pensar que se trata de un juego normal.

Madres y padres también deben saber identificar el abuso sexual. El pequeño dará una serie de alertas que no hay que dejar pasar. Primero, dejará de jugar o habrá un cambio importante en los patrones de juego.

La segunda señal de alarma es el estado de ánimo: se volverá muy susceptible. Por último, el niño comunicará de manera normal las situaciones de violencia. Por ejemplo, dirá ‘tal persona me mostró el pene’. “Hay que tomarle absolutamente en serio”, advierte.

En esos casos, la acción es importante. El sicólogo aconseja alertar a las autoridades de la sospecha de abuso sexual. Llamar al ECU-911 si se trata de un acto en flagrancia. Si no es así, hay que llevar a la persona afectada a un centro de salud o a atención psicológica privada.

El psicólogo determinará la gravedad del caso. Los padres también necesitarán apoyo emocional para tener una guía de cómo acompañar al pe¬queño afectado.

Moreno, asimismo, recomienda poner una denuncia, para que las autoridades se encarguen de alejar al perpetrador del menor y se establezcan otras medidas de reparación.

En la actualidad, los padres deben cuidar a sus hijos de los riesgos que corren en la Internet. El especialista ha recibido al menos tres casos de niños que han sido víctimas de violencia sexual digital.

Los tres casos tienen en común que los perpetradores acceden a los menores a través de salas de juegos infantiles en línea. Los abusadores se hacen pasar por infantes y se ganan la confianza de las posibles víctimas. Estos casos podrían terminar en una violación sexual si los niños acceden a una cita con el abusador. Por eso, el doctor Moreno insiste en que la información y la educación son fundamentales.

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