Las primeras semanas de clases pueden resultar abrumadoras, especialmente para los profesores que empiezan su experiencia laboral. La responsabilidad de educar genera un peso fuerte en los hombros de los maestros y necesitan confianza y perseverancia para cumplir con su tarea.

El trabajo de enseñanza no solo implica proveer de conocimientos en varios campos de estudio y asegurarse de que los alumnos adquieran una sed de conocimiento insaciable y aprendan. Su trabajo también implica conocer la realidad de los estudiantes y sus familias.

Claudia Tobar, directora del Instituto IDEA y de la Academia Shift, piensa que “los desafíos que se van a encontrar son miles y la recompensa tarda en llegar”, por lo que recomienda la perseverancia y la motivación desde el primer día.

Además, se deben adquirir destrezas relacionadas con la organización de tiempo, pues en el país el trabajo del docente también está relacionado a procesos administrativos y de planificación.

Otra recomendación es, en los momentos necesarios, apoyarse en los colegas con mayor experiencia, mantener una comunicación adecuada con los padres de familia y, sobre todo, con los alumnos. “Se debe dedicar tiempo al manejo de clases, para que tengan claras las expectativas, los límites y las consecuencias”.