Con la adolescencia también llegan los enamoramientos. Los chicos no solo experimentan cambios físicos, sino también que empiezan emocionales y surge la atracción hacia el sexo opuesto, que implica sentimientos intensos que muchos adolescentes no saben cómo manejar.

Una frase popular dice que “el primer amor nunca se olvida” y esto es por las emociones que surgen con un sentimiento que hasta entonces era desconocido por los chicos.
Sin embargo, para los padres esto puede ser difícil de comprender. Surgen preocupaciones, dudas y miedos respecto de qué hacer ante esta nueva etapa, cuando sus pequeños dejan de ser niños.

La primera duda es sobre la posibilidad de que sus hijos puedan tener relaciones sexuales prematuras. Sobre todo si se analiza la cantidad de embarazos adolescentes que existen en el Ecuador.

Mucho de esto sucede por la falta de confianza con los padres y la poca educación sexual de los chicos. Es fundamental que los padres hablen con sus hijos sobre los riesgos físicos y psicológicos que puede producir una relación sexual a temprana edad y un embarazo no deseado. Generar los espacios de confianza evitará que los niños acudan donde sus amigos a la Internet para informarse, con los errores que eso puede traer.

Si se habla con los hijos desde temprana edad sobre sexualidad será más fácil para ellos compartir con los papás sus inquietudes, para que ellos puedan guiarlos.

Pero más allá de la sexualidad, los padres también deben preparar a sus hijos para una posible ruptura. Que entiendan que a veces las relaciones no duran y que su corazón puede ser lastimado.

No prohíba a su hijo tener una pareja, porque esto puede ser contraproducente. En cambio, ayúdele a fortalecer su autoestima. Esto evitará que los chicos sean influenciados por sus compañeros y estos les obliguen a hacer cosas que no quieran o los hagan sentir incómodos o que no son importantes.