Pautas para ofrecer una comida segura a un bebé

Al momento de iniciar la alimentación complementaria, independientemente del método, hay recomendaciones de expertos que se pueden seguir para evitar el riesgo de atragantamiento u otros problemas. 
Los expertos en alimentación complementaria recomiendan que los padres hagan un curso de primeros auxilios para que se sientan seguros. Foto: Freepik

Los expertos en alimentación complementaria recomiendan que los padres hagan un curso de primeros auxilios para que se sientan seguros. Foto: Freepik

17 de abril de 2023 08:00
Gabriela Balarezo

La llegada de un bebé a una familia, sobre todo si se trata de primerizos, implica un mundo nuevo por descubrir para los padres. A partir de los 6 meses, por ejemplo, los niños entran en una nueva etapa, la de la alimentación complementaria y, con ello, surgen las preocupaciones por hacerlo de la forma más segura posible.

Por tradición, los primeros alimentos se han ofrecido en forma de puré. Últimamente ha tomado fuerza una nueva propuesta llamada ‘Baby Led Weaning’ (BLW), que se refiere a la alimentación dirigida por el bebé o autorregulada. Para lo cual, la comida se ofrece en forma de trozos blandos que pueda tomar con las manos y llevárselos a la boca.

En este contexto, hay muchos papás y mamás que temen aplicar este método porque creen que existe un mayor riesgo de atragantamiento. La nutricionista, especializada en pediatría, Melisa Gómez, y el chef Juan Llorca –autores de ‘Sin dientes y a bocados’ – aclaran en su libro que “según los últimos estudios realizados al respecto, los bebés que practican BLW no sufren mayores episodios de atragantamiento que aquellos que inician la AC (alimentación complementaria) por medio de papillas”.

Hacer una prueba primero

Sin embargo, es importante tomar en cuenta ciertos consejos para que, en general, iniciar y mantener la alimentación complementaria de una forma segura. Para constatar que la textura y consistencia es la adecuada se sugiere a los cuidadores siempre probar antes si el alimento es lo suficientemente blando para que el pequeño pueda manejarlo con sus encías.

Daniela Urgilés, asesora en nutrición infantil, indica que, además de las acciones para evitar atragantamientos, existen otras pautas para guiar a nuestros hijos de una forma segura en esta etapa.

Una consideración muy importante, lo dicen los expertos y las asociaciones pediátricas alrededor del mundo, es que jamás se debe iniciar la alimentación complementaria antes de los 6 meses. Entre los riesgos de empezar antes de tiempo, que detallan Gómez y Llorca en su libro, están desnutrición, anemia, enfermedades respiratorias, entre otras.

Posición en la silla

Una de las pautas más importantes es considerar que los hitos de desarrollo sean los correctos, según Urgilés. El bebé debe poder permanecer sentado sin apoyo, tener interés por la comida y haber perdido el reflejo de extrusión (empujar fuera con la lengua al contacto con la boca). Esto ocurre alrededor de los 6 meses. La silla tiene que ser la adecuada para mantener al niño recto: 90 grados en la espalda, la cadera y los pies bien apoyados.

Horarios adecuados

Sugiere Urgilés que las comidas se hagan en horarios adecuados. No muy cerca de la hora de la siesta y tampoco apenas se despiertan. Si el bebé se queda dormido en la silla puede tener comida en la boca todavía, al perder el control de su cabeza puede atragantarse. Es lo que sucede si su posición en la silla no es la adecuada (inclinada, por ejemplo). La experta advierte que siempre debe haber un padre supervisando al pequeño mientras se alimenta.

Riesgo de atragantamiento

Hay ciertos alimentos que tiene alto riesgo de atragantamiento. Los frutos secos no deben ofrecerse enteros antes de los 5 años. Los bebés pueden consumir estos ingredientes molidos y en forma de cremas (en este caso siempre untadas, no a cucharadas). No se recomienda tampoco el consumo de canguil, dulces pequeños y duros, gomitas y alimentos duros ofrecidos en forma de monedas (salchichas, por ejemplo) antes de esta edad. Otros alimentos con restricciones son la miel, la sal y la leche de origen animal antes del año.

Evitar distracciones

Como la miel, la sal y la leche, hay otros alimentos que se deben restringir antes de cierta edad porque representan un riesgo para la salud. Antes del año están prohibidas también las acelgas, espinacas y remolachas. Antes de los 3 años no se deben ofrecer huevos crudos (fritos por ejemplo) ni carnes a medio cocinar. Urgilés señala que tampoco son recomendables las bebidas o harinas de arroz o las infusiones, los pescados grandes (lucio o pez espada). Además, hay que evitar todo tipo de distracciones, como pantallas.

Formas y cortes de alimentos

En el caso del BLW, los trozos que se ofrecen a los bebés deben ser blandos y tener el tamaño de su puño. No necesitan tener dientes para comer trozos dice Urgilés, porque ejercen presión con sus encías, pero sí deben estar adaptados a ellos. Hay cortes específicos que ayudan, por ejemplo, las zanahorias cocinadas al vapor y en bastones gruesos. Frutas como las uvas, arándanos o tomates cherry se siempre cortan en cuartos y, de preferencia se ofrecen a partir de los 8-9 meses, cuando los pequeños ya hacen la pinza con sus dedos.

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