Los niños sobreprotegidos son más dependientes e inseguros

Los hijos necesitan responsabilidades y libertades para aprender a desarrollarse
de forma plena
Los niños necesitan libertades y responsabilidades para crecer seguros. Foto: Freepik

Los niños necesitan libertades y responsabilidades para crecer seguros. Foto: Freepik

11 de abril de 2019 11:32
Gabriela Castellanos

Los miedos que tienen los padres respecto de sus hijos pueden llevarlos a tener una crianza sobreprotectora. Aunque sus intenciones sean buenas, en el futuro pueden tener problemas para ser independientes, para crecer con seguridad y poder enfrentar las dificultades de la vida.

Para nadie es un misterio que los niños sobreprotegidos se vuelven adultos inseguros. “Es muy común que como padres veamos a nuestros pequeños como seres muy frágiles o incapaces de reconocer el peligro y alejarse en los momentos adecuados”, explica la psicóloga clínica Salomé Luzuriaga.

La especialista asegura que es sencillo identificar cuando un niño es sobreprotegido. En un parque infantil, por ejemplo, los padres sobreprotectores tienden a estar todo el tiempo sobre sus hijos, advirtiéndoles sobre los obstáculos, cuidando que no se caigan, insistiendo en que se abriguen...”. Si están en el parque, los niños quieren jugar, quieren socializar, quieren aprender y explorar. Sin darnos cuenta podemos estar limitando mucho el desarrollo de los niños”, apunta.

Los padres sobreprotectores evitan que los hijos hagan cosas para las que están preparados y les quitan autonomía, también se anticipan a la satisfacción de todas sus necesidades, incluso en exceso.

El resultado es que cuando crecen, no cuentan con las habilidades para resolver sus problemas solos. Siempre esperarán que sea un adulto quien solucione un problema, no podrán lidiar con la frustración y con el dolor.

Si bien solucionar estos problemas es más sencillo cuando los niños son más pequeños, es posible enseñar a los hijos a crecer con más libertad, más seguridad y más responsabilidad “prácticamente a cualquier edad”, dice Luzuriaga.

El principal trabajo recae en los padres. Ellos deben aprender a “soltar” y permitir que sus niños exploren, se ensucien, se caigan y aprendan por sí mismos. No se trata de quitar toda la atención, sino de mostrarles confianza.

Las noticias que circulan a diario sobre el mundo, la violencia, la inseguridad pueden generar más miedos en los progenitores. Pero para la especialista, no hay solución en meter a los niños en una burbuja sino en enseñarles cómo actuar.
Una de las tareas será asignarles responsabilidades. Se debe empezar por cuestiones pequeñas, como tender su cama

y ordenar sus juguetes. Luego se pueden agregar más acciones, como llevar los platos a la cocina después de comer, sacar la basura y pasear al perro.
“Aunque no parezca, tener responsabilidades también mejora la autoestima. Los chicos se sienten capaces de hacer las cosas y saben que sus padres confían en ellos para cumplir tareas importantes”, dice la psicóloga.

Para enseñar a los niños a solucionar los problemas es indispensable brindarles una guía. Si existe una pelea entre hermanos o con algún amigo de la escuela los padres deben evitar ser quienes hablen directamente con el otro niño o niña. Al contrario, se debe explicar a los hijos cómo conversar, ser empáticos, escuchar y también hablar de lo que sienten.

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