Aprender un segundo idioma es un proceso que requiere de entrenamiento y de apoyo constante.

Si los niños no se han criado en un hogar bilingüe, esta capacitación estará ligada a los maestros y a los padres que tengan conocimientos del otro idioma. No obstante, no todos los docentes están capacitados para enseñar a los niños.

En el país, el inglés es el idioma que se imparte en las escuelas y colegios. Además, constituye un requisito indispensable para que puedan graduarse de las universidades.

Pero, de acuerdo con la evaluación EPI, hecha por EF, en el 2019, Ecuador está en la posición 81 de 100 país del mundo en el conocimiento del inglés. Esta prueba fue tomada a chicos entre 13 y 23 años de instituciones públicas y privadas.

En la región, el país está en el último puesto de las 19 naciones evaluadas. Incluso por debajo de Venezuela, que atraviesa una crisis profunda.

En algunos hogares, los padres buscan alternativas para que los niños aprendan más.www.pexels.com

Según Paola Romero, directora de Idiomas de la Universidad de Las Américas, esto es preocupante, porque a escala nacional se busca que exista un nivel de al menos A2, según los estándares europeos, pero los conocimientos no llegan ni a esa escala. Esto ha provocado que cuando los chicos lleguen a la universidad, tengan muchas falencias a nivel general.

En algunos hogares, los padres buscan alternativas para que los niños aprendan más. Algunos optan por ponerles en clases particulares, pero no todos pueden pagar esto, porque representa un costo adicional.

“No todos los padres pueden costear un profesor privado. Si tengo a mi hijo en una escuela espero que el profesor sea el que le enseñe”, señaló Romero.

Por ello, es fundamental que los maestros estén capacitados para poder dictar las clases, pero también que tengan conocimientos de las herramientas educativas, que les permita llegar a los chicos con eficacia.
Los padres también pueden ayudar en casa a profundizar lo aprendido (ver puntuales).