¿Cómo manejar las mentiras de los niños?

El ejemplo de los padres y una comunicación sincera son claves para
afrontar esta problemática
El engaño es común en los niños. Estudios demuestran que es parte de su desarrollo cognitivo. Foto: Pixabay

El engaño es común en los niños. Estudios demuestran que es parte de su desarrollo cognitivo. Foto: Pixabay

11 de julio de 2019 09:08
Gabriela Castellanos

Descubrir la primera mentira de un hijo puede ser un momento muy molesto y doloroso para los padres. Después de todo, ellos buscan que sus pequeños tengan una confianza absoluta y sean honestos. Solo así podrán tener una adecuada relación de convivencia en el hogar.

Cuando aparece la primera mentira también nace la duda de qué hacer y cómo manejar la situación. Un estudio de la Universidad de McGill, en Montreal, Canadá, concluyó que apenas el 53% de los padres es capaz de detectar las mentiras de sus hijos.

El estudio también indica que el engaño es común entre los niños y forma parte de su desarrollo cognitivo. Lo importante es que los padres aprendan a manejar este tipo de situaciones para evitar que la mentira sea el primer recurso para salir de un problema o para evitar responsabilizarse durante un momento difícil.

Las primeras mentiras aparecen, según la investigación, alrededor de los 2 años de edad. “Pueden hacerlo cuando buscan la aprobación de sus padres. Los niños mienten e inmediatamente obtienen el reconocimiento que buscan”, señala el estudio.

¿Por qué mienten los seres humanos? La respuesta a esta pregunta ha sido ampliamente debatida. Varios estudios grupales han llegado a algunas conclusiones. Una de ellas es que las personas buscan transformar una realidad no tan agradable para los ojos y oídos de su círculo social o familiar.    

En realidad estos engaños, por más ‘piadosos’ que pretendan ser, pueden convertirse en conductas crónicas que afecten a las relaciones interpersonales de los chicos por el resto de la vida. Para la psicóloga infantil Carolina Espinosa, es necesario revisar los comportamientos de los progenitores y el ejemplo que dan a los niños.

“Muchas veces las mentiras son aprendidas. Si uno o ambos padres recurren a las ‘mentiras piadosas’ frente a sus hijos, ellos aprenderán a valerse de estos comportamientos”, dice la especialista. Esto ocurre, por ejemplo, al excusar a los niños por faltar al colegio o por no haber realizado una tarea.

“A veces, por miedo a las consecuencias que pueden ser una mala calificación o un regaño mayor, los padres intentan protegerlos; pero los niños entienden que es correcto librarse de una consecuencia negativa con una mentira, por más pequeña que sea”, agrega. Lo correcto es enseñar a los hijos a hacerse responsables de sus acciones y aceptar las posibles consecuencias de un mal comportamiento.

La especialista sugiere anticiparse a los engaños. Si un padre nota que su hijo le miente al hablar de las calificaciones, hay que discutir este tema directamente con los maestros y luego conversar con los chicos sobre los resultados. También hay que explicar a los niños las consecuencias. 

Consejos

Tome en cuenta la edad del niño. Hasta los 4 años están en la edad de la magia y la creatividad. Los niños cuentan historias sin que estas tengan la intención de manipular a sus padres.

Hasta los 7 años los hijos ya son conscientes de sus mentiras y las utilizan cuando quieren ocultar alguna travesura o cuando buscan un reconocimiento de parte de sus padres.

Hasta los 12 años  los niños aprenden a diferenciar entre mentiras piadosas y mentiras duras. En esta etapa los padres deben asegurarse de hacer entender a sus niños que falsear la realidad no debe ser el primer recurso ante un problema.

Los adolescentes de 13 a 15 años han desarrollado el pensamiento abstracto y su cerebro es capaz de manipular situaciones hipotéticas y predecir su resultado.

Los jóvenes deben entender que cada mentira tendrá una consecuencia y la primera es la pérdida de confianza y con ello la pérdida de privilegios.

Los padres deben trabajar con sus hijos desde temprana edad para que tengan confianza y siempre sean sinceros. Una mentira no siempre será para librarse de un castigo en el colegio. Con el paso de los años las situaciones pueden ser más graves.

Si un joven o adolescente acude a una fiesta y miente sobre eso, los padres no podrán acudir en su ayuda si algo sucede. Hablar con los hijos sobre la gravedad de una mentira evitará los conflictos en casa.

Te puede interesar