Para la llegada del cuarto mes de vida, los bebés ya han experimentado varios cambios. Además, han logrado captar muchas cosas de su entorno, lo que les permitirá aprender sobre el mundo y las relaciones con sus padres y otras personas. Papá y mamá notarán que los niños están mucho más despiertos y alerta. También tienen más control sobre sus movimientos y empiezan una etapa completamente distinta. Es aquí cuando se acelera el proceso de aprendizaje y crecimiento.

Hay ciertas guías que los padres pueden tomar en cuenta para verificar si sus hijos están creciendo de forma correcta. Sin embargo, los especialistas del CDC de Estados Unidos recomiendan tomar estas directrices con cuidado, ya que cada niño se desarrolla a un ritmo distinto.

Habilidades sociales

Al finalizar el cuarto mes los padres verán que los niños pueden sonreír de forma espontánea e intencional a otras personas. También disfrutan jugar con los demás y pueden llorar cuando los jugos se detienen. Los chicos también pueden tratar de copiar algunos movimientos y expresiones faciales.

Habilidades del lenguaje

Los bebés pueden intentar balbucear y también tratan de copiar algunos sonidos que escuchan. Además, pueden llorar de diferentes formas para hacer saber que tienen hambre, frío, sueño o si sienten dolor.

Habilidades cognitivas

A los cuatro meses de edad los bebés pueden mostrar si están tristes o felices. También responden a muestras de afecto, tratan de alcanzar los juguetes con sus manos y usan los ojos y sus manos de forma coordinada. Otra característica es que pueden seguir el movimiento de ciertos objetos con los ojos. También reconoce rostros y objetos a la distancia.

Habilidades físicas o de movimiento

Pueden sostener su cabeza sin apoyo, aprenden a empujar con sus piernas hacia abajo al estar sobre una superficie dura. Algunos ya pueden girar de la posición boca abajo a boca arriba. Los padres también notarán que pueden sujetar y mover los juguetes con sus manos y empiezan a llevarse las manos a su boca.

Señales de alerta

Aunque todos los niños se desarrollan a una velocidad distinta, los especialistas recomiendan estar atentos a señales de alerta que pueden indicar ciertas deficiencias. Una de ellas es si a los cuatro meses de edad no puede seguir el movimiento de objetos, no le sonríe a las personas, no logra sostener su cabeza sin apoyo, no balbucea, no se lleva objetos a la boca, no empuja con sus piernas y tiene dificultades para mover uno o ambos ojos.