La hiperactividad de los hijos es un problema para muchos padres, sobre todo, cuando esta no puede controlarse. Para algunos niños, esta clase de comportamiento es algo más que un problema ocasional.

Los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienen problemas frecuentes y graves que interfieren con su capacidad de vivir una vida normal. Esta afección afecta el comportamiento de formas concretas: por ejemplo, los niños con este trastorno con frecuencia se les dificulta llevarse bien con sus hermanos o con otros niños en la escuela, en el hogar o en otros lugares.

Aquellos que tienen dificultad para prestar atención, generalmente aprenden más lentamente. Además, su naturaleza impulsiva puede ponerlos en peligros físicos reales.

Debido a que a los niños con hiperactividad y déficit de atención se les dificulta controlar su comportamiento, suelen ser etiquetados como "niños problema”.

Según la página de Mayo Clinic, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una afección crónica que afecta a millones de niños y con frecuencia continúa en la edad adulta. Esta incluye una combinación de problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.

Los niños con este trastorno también pueden tener baja autoestima, relaciones problemáticas y bajo rendimiento escolar. Los síntomas a veces disminuyen con la edad. Sin embargo, algunas personas nunca los superan por completo. De todas formas pueden aprender estrategias para tener éxito.

Aunque el tratamiento no cura este trastorno, ayuda mucho con los síntomas. Por lo general, el abordaje involucra medicamentos e intervenciones conductuales. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden hacer una gran diferencia en el resultado.