Los aprendizajes van de la mano del crecimiento y del descubrimiento en los niños. Desde pequeños pueden desarrollar actividades cooperativas en su ambiente familiar. Ellos podrán realizar actividades cotidianas como barrer, picar fruta o arreglar sus habitaciones, entre otras.

María Amparo Quiñónez y Danny Miranda son padres de Adaía, quien tiene 4 años. Dentro del hogar, el trabajo siempre lo realizan en equipo.

Las tardes y los fines de semana son los momentos adecuados para realizar la limpieza de la vivienda o preparar alimentos y se dan tiempo para jugar entre ellos.

Para Danny Miranda, el aprendizaje en su familia es un aspecto fundamental en el desarrollo y crecimiento de su hija. Su criterio es que el trabajo en equipo ayudará a Adaía a mantener una plena capacidad en el ámbito social dentro y fuera de su casa.

Gracias a este aprendizaje, dice Quiñónez, la niña muestra un mayor desenvolvimiento y responsabilidad. Las tareas de la casa no son imposibles para la menor. Acomodar las sillas del comedor, preparar el desayuno entre los tres y arreglar los dormitorios se han convertido en actividades de distracción para todos.

En la familia Miranda Quiñonez, el trabajo en equipo fue fortalecido durante la pandemia. La madre incentivó el desarrollo del trabajo cooperativo con su hija empleando material didáctico. Empezó usando botones, marcadores, entre otros objetos que colocó en cajas para que sean ordenados dependiendo de su tamaño.

Cuando la niña aprendió a colocar cada uno de estos implementos en donde correspondía, la madre optó por incorporar otras actividades. Estas fueron ordenar sus zapatos, limpiar su habitación, arreglar la sala...

Cuando la niña aprendió a colocar cada uno de estos implementos en donde correspondían, Quiñónez optó por incorporar más tareas un poco más complicadas.

Ítala Zabala es guía Montessori. Ella explica que el trabajo en conjunto inicia en el hogar con la realización de pequeñas actividades. Sostiene que con una motivación y conocimiento inculcado por los padres en la casa, los niños mostrarán independencia al hacer tareas.

La especialista indica que el primer paso para conseguir un trabajo en grupo es mediante la exploración y comunicación.

Ella aconseja que los progenitores permitan que sus hijos conozcan cuál es el proceso para realizar actividades cotidianas. En este punto, es común que los menores presenten interrogantes sobre cómo funciona una determinada tarea y qué se utiliza.

Dentro del ambiente comunicativo y participativo, los menores pueden ser parte de la toma de decisiones al hacer una tarea. Pueden dar sugerencias sobre juegos para organizar la casa, elegir películas y demás actividades recreativas.

Dentro del trabajo en equipo es importante reconocer los pasos y éxitos de los niños dentro del conjunto sostiene la guía Ítala Zabala. Su consejo es que es importante felicitar a los infantes cuando logran cumplir una tarea de forma correcta.

Cuando un niño no quiere realizar una tarea en equipo, Zabala recomienda iniciar un proceso de diálogo sobre las posibles causas que impidan compartir y buscar una adecuada solución.