¿Cuándo empezar los cursos vacacionales?

Permita que sus hijos tengan una opinión sobre su tiempo libre. Los cursos de verano no deben ser una obligación.
Las vacaciones permiten a los chicos hacer actividades recreativas y novedodas. Foto: Pixabay

Las vacaciones permiten a los chicos hacer actividades recreativas y novedodas. Foto: Pixabay

6 de julio de 2018 12:13
Nancy Verdezoto

Oficialmente llegaron las vacaciones. Los chicos disfrutarán de dos meses de un merecido descanso antes de empezar el nuevo año lectivo.

Sin embargo, cuando llegan las vacaciones y con ellas mucho tiempo libre, los padres entran en el dilema de qué hacer con los hijos en este período. Muchos padres que trabajan no tienen con quién dejarlos en casa y que se queden solos no es una opción.

La primera alternativa son los cursos vacacionales. Esos que empiezan a las 8 de la mañana y terminan a las 16:00, sin que se analice lo que los niños quieren y esperan del periodo de sus vacaciones.

Muchos papás buscan cambiar las actividades de sus hijos, que pasan de lo académico a lo artístico, lúdico o deportivo. Esto les ayuda a relajarse y a cambiar de ambiente. Además, este tipo de actividades mejora el desarrollo de los pequeños.

Los expertos aconsejan poner a los hijos en cursos vacacionales, porque esto evitará que los chicos pasen 12 horas encerrados en casa, viendo televisión o en videojuegos.

Sin embargo, Napoleón Vásquez, psicólogo familiar, recomienda que los chicos descansen al menos una semana antes de empezar los cursos, para evitar la fatiga crónica. Pero que se inicien de inmediato.

Permita que el chico se levante tarde, que se acueste más allá de la hora normal y que pueda salir con sus amigos si es que ya es adolescente. Esto también le permitirá disfrutar de su tiempo libre y cambiar la rutina del día a día que fueron las clases.

Una vez que hayan descansado, el experto aconseja encontrar actividades que les permitan divertirse, dejar de lado las obligaciones diarias y el estrés de las clases.

Estos cursos deben ser acordados con los hijos para que ellos sientan que no es un castigo o una continuación de las clases del colegio, sino que se trata de una actividad diferente, divertida y que le ayudará a mejorar sus habilidades sociales, físicas, artísticas, sensoriales y de destrezas en general.

Saltos explica que los cursos deben ir de la mano con la edad de los chicos. A un niño muy pequeño no se lo debe poner a hacer actividades durante muchas horas ni que le exijan mucho trabajo físico o mental, porque esto evitará que aproveche al máximo la actividad.

Converse con su hijo sobre sus expectativas, gustos, anhelos e intereses. En la medida de los posible trate de cambiar de actividades en el verano, permita que su hijo escoja ámbitos diferentes a los que ya ha realizado en las actividades extracurriculares del colegio.

Las actividades deben ser variadas para que puedan desarrollar sus habilidades. Foto: Pixabay

Las actividades deben ser variadas para que puedan desarrollar sus habilidades. Foto: Pixabay

Además, recuerde que todo lo que es hecho por obligación resulta molestoso y frustrante. Si a usted le obligaran a hacer algo que no le gusta o no quiere, de seguro los resultados serán mediocres, malos y usted tratará de salir de eso lo más pronto posible. Lo mismo sucede con los chicos.

Tampoco es positivo que los padres trasladen sus frustraciones a los hijos. Que les pidan a ellos que cumplan sus sueños de ser bailarina o futbolista o cantante, porque los chicos no solo se sentirán incómodos sino que además creerán que, si no destacan, serán una decepción para sus padres.

Si es que su hijo no puede entrar a un curso vacacional por temas de precios o de logística para llevarlos, y debe quedarse en casa,ayúdelo a tener un tiempo libre productivo y divertido. Organice actividades que puedan compartir, como noches de películas, juegos de mesa en familia o un club de lectura. Los fines de semana se pueden organizar paseos a lugares cercanos o reuniones con amigos y familiares.

Es importante también tomar en cuenta la fecha en que los padres tomarán vacaciones para ir de viaje a algún lado. Esto debe ser coordinado con los hijos. Busquen un lugar al cual irse, algo que todos disfruten y que puedan hacer juntos; pero nunca les ofrezca algo que no va a cumplir porque ellos se harán expectativas y luego se sentirán defraudados.

Así, si les dice que se van a ir de viaje a la playa, hágalo. Y si no puede hacerlo, por alguna razón, busque la forma de cambiar el destino o la fecha en consenso con los chicos. Las vacaciones permiten a las familias reconectarse, aprender mutuamente y ser un equipo todos juntos.

Al aire libre.  Durante las vacaciones, se debe optar por realizar actividades al aire libre. Esto ayuda a los chicos a desarrollar sus habilidades y apoya el crecimiento en un ambiente saludable y solidario.

Los juegos de mesa.  Las actividades dentro de casa como los juegos de memoria, de destrezas o de ejercicio mental permiten mejorar la capacidad de los chicos para resolver problemas.

Los deportes.  Afortunadamente existen variados deportes. No importa la edad, los chicos pueden incursionar cualquier deporte. Es una buena oportunidad para aprender a nadar.

Los deportes mejoran el desarrollo de los niños y su salud. Foto: Pixabay

Los deportes mejoran el desarrollo de los niños y su salud. Foto: Pixabay

La salud. Al estar en actividades en exteriores, los menores adquieren defensas y sobre todo reciben la vitamina D, que se obtiene de la exposición moderada al sol. Eso sí: hay que usar bloqueador.

El clima. Con la llegada del verano aparecen los vientos fuertes. Permite que esta temporada se convierta en especial para volar cometas o hacer deportes de temporada como parapente.

Aprender cosas nuevas.  Las vacaciones también son la oportunidad para que los chicos puedan aprender algo nuevo. Sea un idioma o a nadar, los pequeños pueden sacar el mayor provecho del tiempo.

Los vacacionales.   Los cursos ofrecen un sinnúmero de alternativas para niños y jóvenes. Los hay artísticos, deportivos o de desarrollo mental. Y hay otros que lo combinan todo en una misma jornada.

Quedarse en casa.  Si usted no puede mandar a sus hijos a un curso, puede optar por organizar días para que sus pequeños disfruten. Busque opciones divertidas y comparta con ellos el tiempo que pueda.

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