Cuando estamos frente a un bebé nuestro cerebro casi automáticamente procesa las palabras de forma distinta para expresarse. Por eso las personas son más expresivas, utilizan un tono de voz más agudo y hacen oraciones más cortas.

Esto sumado a un ritmo lento y una pronunciación bien definida constituye lo que se conoce popularmente como ‘baby talk’ o el lenguaje de los bebés. Este tipo de comunicación no solo es divertida, es necesaria para su desarrollo mental. Varios estudios han analizado el crecimiento del cerebro del bebé y cómo aprenden nuevas habilidades. Una investigación reveló que el 80% del cerebro se desarrolla durante los tres primeros años de vida. Luego, a medida que crece, también se forman las conexiones que requiere para aprender, pensar y procesar la información. Esto se denomina sinapsis y ocurren muy rápido.

Hablar con el bebé y hablarle al bebé son formas muy útiles para mejorar el desarrollo de estas conexiones en el área del lenguaje. Mientras más palabras escuche, más conexiones tendrá. De hecho, otra investigación de la Asociación Americana de Psicología Pediátrica mostró que los niños que recibieron más ‘baby talk’ durante sus primeros meses de vida sabían más palabras a los dos años que aquellos bebés que no tuvieron este tipo de interacción.

Para muchos padres primerizos puede ser difícil saber cómo hablar correctamente con sus bebés. Lo primero que deben saber, según el portal especializado Grow, es que la comunicación empieza mucho antes de las palabras. Los niños entienden el lenguaje no verbal y a medida que crecen empiezan a comprender nociones generales de lo que significa cada sonido.

Por ello es importante fomentar los intentos de comunicación que tienen los bebés desde temprana edad. Una buena forma de lograrlo es sonreírle al bebé cuando hace sonidos o gestos. También es fundamental el contacto visual cuando balbucee o cuando se ría. La paciencia es clave y los padres deben tomarse el tiempo para dejar que sus hijos se expresen y se comuniquen poco a poco.

Un estudio realizado en más de 2000 bebés en 2014 encontró que además de escuchar, es importante que los padres imiten el lenguaje de los bebés porque eso ayuda a que ellos sientan que lo que tienen que decir es importante. Además, al mantener una especie de conversación, aprenderán cómo funciona el intercambio de mensajes e información.