Consejos para que el regreso a clases sea positivo

Los chicos deben sentirse motivados y los padres tienen un rol fundamental en ello.
En unos días empezarán las clases en la Sierra y Oriente y padres e hijos deben estar listos para arrancar el año.

En unos días empezarán las clases en la Sierra y Oriente y padres e hijos deben estar listos para arrancar el año.

27 de agosto de 2020 11:48
Nancy Verdezoto

Volver a clases en pandemia ha despertado una serie de cuestionamientos y dudas en el hogar. Los padres quieren apoyar a sus hijos y ayudarlos a tener éxito en el nuevo año escolar, pero no siempre se sientes capaces de hacerlos.

Estamos a punto de iniciar clases y existen algunos temas que deben ser analizados antes del primer día de clases. De acuerdo con Claudia Tobar, docente y directora del Instituto de Enseñanza y Aprendizaje (IDEA) de la Universidad San Francisco de Quito, desde marzo acá quedaron varias lecciones valiosas y que ahora servirán.

“Aprendimos que a pesar de que estamos en casa necesitamos horarios. Una de las lecciones fue que el improvisar no siempre es la mejor idea al momento de establecer límites y hábitos. Tener a la vista los horarios de todos los miembros de la familia, facilita que tengamos conciencia de las responsabilidades del otro y por consecuencia respetar sus espacios. A los niños le ayuda a responsabilizarse de sus tareas y tener claras expectativas del día”, señaló Tobar.

Muchos colegios han modificado los horarios de clases en relación a las que tenían antes. Algunos redujeron el número de clases al día, inician más tarde y terminan más temprano. Pero los chicos deben continuar con sus rutinas de forma normal. Además, se debe establecer un espacio específico para que reciban clases, que es permita aprovechar las enseñanzas al máximo.

“Si bien las casas no fueron diseñadas para ser espacios de estudio y trabajo permanente, debemos adaptarlos lo mejor posible. La sala quizás ya no será el lugar para recibir visitas, y deberá transformarse. Es momento de establecer junto a los niños espacios de conexión emocional y virtual para sus clases, espacios que estén lejos de su habitación (por su asociación al sueño y juego) y de la cocina (por la asociación a comer). Estos espacios no significan gastos adicionales, pueden ser adaptados con lo que tenemos en casa, debemos asegurar que los niños sepan que ese lugar tiene los materiales necesarios y las condiciones necesarias para aprender”, explicó la especialista.

Asimismo, se deben entender las necesidades específicas de cada niño. Hay que entender que a muchos pequeños les preocupa iniciar este nuevo año escolar en estas condiciones, sin poder compartir con sus amigos y sin salir de casa. Sus nuevas rutinas se han modificado y esto puede producir un poco de inestabilidad, que necesita ser apoyada desde los padres.

Tratemos de motivar a los chicos siempre, para que se sientan a gusto con las clases y que se sientan animados a aprender todo lo que los maestros les enseñen. “Nuestros comentarios como adultos marcan la referencia de las expectativas para este nuevo año. Si nos referimos a este año como ‘la tortura de la educación en línea’ o la ‘pesadilla del coronaschooling’, o criticar a la profesora del niño, seguramente nuestros hijos irán construyendo la misma percepción. Debemos ser cuidadosos sobre las expectativas que comunicamos”, aclaró la docente.

De los padres dependerá también el éxito de sus hijos, porque se debe garantizar que todas sus necesidades estén cubiertas. Esto incluye que los chicos coman bien y descansen correctamente. “Muchas veces la irritabilidad o de falta de cooperación en los niños se deben a hambre, sueño o sed. Recordemos el horario que tenían en el colegio, este incluía estratégicamente para propósitos educativos un espacio para un refrigerio a media mañana. Incluir ese factor, junto con pausas activas, automáticamente facilitará la interacción y cooperación”, puntualizó Tobar.


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