La complicidad de los hermanastros existe

Los padres juegan un rol fundamental en la relación entre hermanastros, ellos dan el primer paso para conocer e interactuar con los nuevos familiares.
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Con mucho respeto sí es posible lograr una buena convivencia entre hermanastros.

27 de enero de 2022 20:33
Darla Arevalo

Los hermanastros pueden volverse los mejores amigos. Así, por lo menos, afirma la psicóloga general Pamela Calderón.

“La complicidad entre niños, jóvenes y adultos es posible cuando la comunicación y el rol de los padres es el correcto”, acota la especialista.

Las familias reconstituidas, que han formado un nuevo hogar, buscan la forma de que los hijos se lleven bien entre hermanastros. Existen posibilidades para lograrlo, pero deben prevalecer respeto, confianza y diálogo entre padres e hijos.

Varios hogares enfrentan conflictos y desconocen la manera idónea de cómo hablar con sus hijos sobre sus hermanastros. Calderón explica que el primer paso para enfrentar estos momentos es ver una oportunidad abierta de ­diálogo en donde se expongan los acontecimientos.

En ese espacio dentro del hogar, uno de los progenitores debe escuchar y responder las dudas e inquietudes de los hijos. Al hablar con niños suele tornarse más difícil la situación, sin embargo, una dinámica familiar con una correcta explicación permitirá que los infantes logren una mejor compresión de lo que está sucediendo.

Durante la adolescencia, los jóvenes suelen tornarse más rebeldes y apartados por la etapa en la que se encuentran; de igual forma, los padres deben guiar una conversación de manera tranquila.

Dentro del primer acercamiento con los hijos, la especialista explica que se deben suprimir los títulos de hermanastro y hermanastra. En este caso la sugerencia es dirigirse a ellos con los nombres de las otras personas.

Es importante tomar en cuenta el lugar para un primer encuentro con los otros hermanos, el hogar de uno de los progenitores no es el adecuado, puesto que los niños y adolescentes sentirán una invasión a su espacio. Los padres tienen que elegir una zona neutra, como un parque o restaurante que permita mantener a los hijos cerca y ver su reacción ante la situación.

Para conseguir una buena relación entre hermanos, es importante tener presente el rol de los padres, dentro de la infancia adolescencia o adultez los padres deben actuar como mediadores en la situación. El papel de los progenitores brindará apoyo a cada uno de los integrantes involucrados, además, podrán establecer límites y normas para una adecuada convivencia familiar.

Sin embargo, los progenitores deben evitar crear un ambiente de discusión con su actual pareja por la forma de crianza con los hijos. La experta explica que este factor puede causar un distanciamiento de los menores con la familia.

Las emociones y sentimientos de los menores no tienen que ser obligadas. Niños, adolescentes y jóvenes adultos deben tener una previa interacción para crear lazos de confianza, complicidad y amistad con los otros integrantes de la familia. Calderón explica que al ser un cariño obligado y no correspondido los problemas y discusiones se harán más perceptibles y eliminará ­completamente el vínculo entre hermanastros.

Cuando ya se haya dado el primer paso y la aceptación de los hijos por los otros ya esté clara, se pueden elegir actividades que resalten los gustos en común. Al ser niños necesitan una supervisión más controlada, mientras que en la adolescencia los jóvenes pueden tener un desenvolvimiento pleno, sin una revisión exhaustiva de sus padres.

La interacción frecuente entre hermanastros evitará la conducta de rivalidad entre ambos, de igual manera los celos. La última aparece cuando uno de los progenitores brinda mayor atención al hijo más pequeño y el otro se siente desplazado. Para evitarlo hay que convivir e involucrar a los dos o más infantes en el espacio.

Las diferencias entre hermanos también pueden eliminarse siempre y cuando exista una comunicación abierta. Al ser adolescentes, la expresión de su malestar es más amplia, no obstante, en ocasiones suelen evitar comentar. Lo esencial puede ser una reunión con niños o adolescentes en una determinada zona y hablar sobre sus molestias y buscar una solución acorde al problema.

El vínculo fraternal entre hermanastros podrá fomentar la aceptación y la unión entre ambas familias. El convivir y compartir entre los integrantes de cada vínculo de los progenitores con actividades acordes a los gustos mejorará el estilo emocional y la dinámica familiar sin competitividad. F

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