La ausencia de prohibiciones no implica anular límites

Para tocar el tema de las relaciones amorosas, los padres deben primero generar un clima de confianza y enseñarles que está bien decir que no
El diálogo desde el respeto es una buena herramienta para los padres. Foto: Freepik

El diálogo desde el respeto es una buena herramienta para los padres. Foto: Freepik

24 de octubre de 2022 08:00
Gabriela Balarezo

Cuando llega el momento de hablar de relaciones y noviazgo con preadolescentes y adolescentes, los padres es dejar de lado la vergüenza. Es un tema, como tantos otros a tratar con los hijos a lo largo de sus vidas, que es necesario abordar y mucho mejor si es de una forma clara y cercana.

Pero ¿cómo saber cuándo es un buen momento para empezar a tener este tipo de conversaciones? La psicóloga Valeria Pozo (@mindohomepsicologia), especializada en infantes y adolescentes, menciona que es ideal que los padres traten sobre estas cuestiones con sus hijos durante la preadolescencia, entre los 10-11 y 13 años.

El psicólogo David Sucre, que atiende en terapia también a adolescentes, menciona que la pubertad es el momento ideal para empezar a ‘psicoeducar’ y hablar con los chicos sobre las relaciones. Es una etapa en la que atraviesan muchos cambios físicos y psicólogos, que les generan muchas preguntas que deben ser atendidas por los progenitores.

Lo importante, según Pozo, es crear “vínculos de confianza” para abordar estos temas. Asimismo, advierte que la clave es “dialogar de una manera respetuosa y positiva”, sin ningún tipo de presiones y mucho menos en tono de burla o molestando al niño o niña.

Para ambos expertos, es fundamental establecer un ambiente de confianza. Los padres deben dejar claro que sus hijos tienen apertura total para contarles sus dudas y pormenores en relación a posibles relaciones amorosas. Así, dice Sucre que hay que evitar que los chicos se sientan juzgados, criticados o señalados.

No es algo que se pueda dejar pasar porque “si no lo abordamos nosotros, ellos no saben cómo lidiar con estos temas. En estos casos, las primeras personas a las que les comentan sobre estas situaciones son sus amigos, quienes muchas de las veces no tienen tantas experiencias positivas y pueden influir de una manera negativa en esas relaciones y vínculos que se crean”.

Los límites importan 

En el momento en el que los hijos empiezan a manifestar que sienten atracción por amigos o amigas, en la actualidad hay todavía algunos padres que prohíben este tipo de relaciones o establecen edades mínimas para tener novio o novia.

La prohibición solo va a lograr que se prenda el deseo, alerta el especialista Sucre. Además de que orilla a los adolescentes a vivir estas experiencias desde la vergüenza y la timidez, por ende, acaba con el clima de confianza mutua. “Nos guste o no la adolescencia es la etapa de la vida en donde nosotros hacemos experiencias de vida”, señala Cruz.

La ausencia de prohibiciones no implica que los progenitores dejen de establecer límites. Es bueno ponerlos, indica la especialista Pozo, pero deben ser siempre desde el respeto. Como también es conveniente enseñarles cómo cuidarse física y emocionalmente.

Es un proceso que viene desde la crianza de los primeros años. De igual forma, para Pozo es útil normalizar entre los adolescentes (y desde pequeños) que está bien decir que no y que sepan identificar las primeras señales de riesgos. “Lo más importante es que ellos tengan claro que deben sentirse bien. Y que si no es así, sepan poner fin (a la relación) y continuar”, asegura.

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