Los abuelos representan la continuidad del amor y los valores que conserva toda familia. A su vez, son una fuente inagotable de anécdotas e historias, las cuales pueden aprovecharse a través un viaje corto y así emplear mejor el tiempo que queda antes de regresar al ciclo escolar.

Según José Luis Rodríguez, presidente de la Corporación de Guías de Turismo del Ecuador, las mejores opciones están cerca a la ciudad, ya que tienen una carga emotiva para los abuelos, para que se despierte en ellos el deseo de compartir sus historias durante la adolescencia y la edad adulta.

“Una buena opción es Otavalo, donde se pueden ver los productos elaborados con técnicas ancestrales, vestimenta a cómodos precios, gastronomía tradicional y paisajes naturales únicos”, comentó. Según su experiencia, los adultos mayores tienden a recordar sus historias en el tren o cuando degustaban los tradicionales helados imbabureños, mientras se aventuraban hacia la laguna de San Pablo o a la cascada de Peguche.

Otro viaje que recomienda es hacia las termas de Baños de Agua Santa, pero haciendo una parada en Ambato, para realizar un tour gastronómico que recorra los famosos cuyes asados con zarza de maní de Ficoa, las gallinas horneadas de Pinllo o la colada morada de Atocha.

Si al paseo le quieren complementar con recorridos en medio de la naturaleza que incluya camping, una buena opción es aventurarse al cráter del volcán Pululahua o a las lagunas del Antisana.

Durante este tiempo en familia, los abuelos compartirán sus experiencias con los nietos, contarán anécdotas y secretos de juegos como el ajedrez.