APRENDA A LIDIAR CON LAS FIESTAS DE ADOLESCENTESLa clave está en no prohibir sino en orientar a los chicos para que ellos sean capaces de tomar decisiones.Ser padre de un adolescente significa enfrentar nuevos retos. Es aprender su 'idioma', sus tendencias, su moda, su círculo de amistades y, en general, su forma de relacionarse con los demás.Empezarán a salir a fiestas y en estas bailarán chicos con chicas, irán al cine en grupos, harán planes para luego del horario del colegio y aparecerá alguien que le gustará.A todos los padres les costará acostumbrarse a esta nueva etapa, porque verán la vida social de sus hijos muy activas, un indicativo de que han crecido y ahora son más independientes.Sin embargo, esta fase traerá consigo nuevos peligros para los chicos. Ana Gutiérrez todavía no sabe cómo lidiar con las fiestas de sus hijos. Su pequeña de 12 años empezó a salir a 'farras' de sus compañeros de grado y le contaba que muchos terminaban inconscientes por el alcohol que consumían.Ningún papá comprende cómo beben si se supone que ninguno de los chicos lleva alcohol y en las casas, donde se realizan las fiestas, tampoco lo obtienen, pero ellos encuentran formas de hacerlo.Otro padre cuenta que la mejor estrategia para ocultar el licor es hacerlo días antes del evento. Lo ponen en lugares estratégicos, que todos los chicos conocen.Previamente, lo han tomado de sus casas. Así, nadie llegará con ninguna botella y los padres pensarán que será una reunión sana, hasta que llega la hora de recogerlos.Según Diana Jibaja, psicóloga infantil y psicorrehabilitadora, el problema de esto es que los padres son ahora muy permisivos y no imponen castigos a sus hijos para evitar que hagan cosas que los afecten.Si consideramos la gran cantidad de casos de acoso y abuso que existe en el país, el que los chicos consuman drogas o alcohol los expone y los vuelve más vulnerables.Por ello, la experta recomienda establecer límites claros y recordarles a los chicos que deben cumplirlos.Los padres quieren ser amigos de los hijos, pero esto corta la autoridad que deben tener. Los padres deben ser una figura de autoridad, que sepan que si les decimos que algo se tiene que hacer, se lo haga, explicó.Para evitar que los chicos beban o caigan en otros vicios durante las fiestas, es indispensable generar confianza con los adolescentes. Para lograrlo, lo mejor es hablar con ellos, establecer momentos de conversación y unidad familiar.Los padres a veces creen que una conversación directa ayudará a que los hijos les cuenten las cosas, pero lo mejor es empezar el diálogo por algo que ellos les guste, esto genera cercanía, puntualizó Jibaja.Lo peor que los padres pueden hacer es prohibir a sus hijos salir o ir a fiestas, porque se sentirán aislados y querrán hacerlo de cualquier manera. Los seres humanos queremos probar lo prohibido, lo mejor es darle una explicación de las cosas y el ejemplo del hogar. Si tienen curiosidad de probar alcohol, por ejemplo, que lo hagan con sus padres, para que ellos los vigilen. Seguramente no les gustará el sabor y ya no lo querrán volver a hacer, acotó la psicóloga.Cada vez que los adolescentes salgan, los padres deben estar al pendiente de ellos, deben saber dónde están, con quién, quiénes son sus padres... Involucrarse en el día a día de los chicos, para evitar que sean víctimas de algún delito o que pierdan el rumbo.Los padres antes conocían quiénes eran los compañeros de clase de sus hijos, ahora ellos se relacionan con todo el mundo por las redes sociales, finalizó la experta.