LA HIDRATACIÓN EN LOS ADOLESCENTESTomar agua es un hábito que se adquiere en esta etapa. Luego es muy complicado adoptarlo.La adolescencia es una época de muchos cambios a nivel psicológico y físico. En esta etapa, un chico se está convirtiendo poco a poco en un adulto. Por ello, es fundamental que su desarrollo esté acompañado de una buena dosis de hidratación.Los hábitos de nutrición se aprenden desde la primera infancia. Si los padres les enseñaron a elegir frutas en lugar de frituras o a tomar agua en lugar de gaseosas y bebidas azucaradas, los chicos llegarán a la adolescencia con costumbres saludables en cuanto a su alimentación.Si usted cree que sus pequeños no tienen estos hábitos, esta etapa es la última oportunidad para que ellos aprenden a elegir lo que hace bien a su cuerpo. Según la nutricionista Carmen Letort, hasta la adolescencia se puede modificar un hábito alimenticio, por eso se les debe inculcar tomar abundante agua, para que cuando sean adultos tengan estas prácticas.Letort explica que hasta los 12 años, el cuerpo de un niño está compuesto con 60% de agua; luego, se reducirá entre un 56% en las mujeres y 59% en los hombres. Es decir, más de la mitad de todo el organismo están compuesto de líquido, por lo que un desequilibrio puede resultar en una grave descompensación, lo que puede llegar a ser una deshidratación que requiera tratamiento y hospitalización.En la adolescencia, la mayoría de chicos tiene mucha actividad física. Están los equipos de fútbol, básquet, vóley y hay algunos que hasta compiten profesionalmente en su categoría. No hay nada mejor que ver a un chico activo, sin embargo esto requiere de prestar más atención a sus hábitos de hidratación.Los padres deben explicarles a los chicos que no deben esperar a tener sed para beber agua, pues eso ya indica deshidratación, señala la experta. Los jóvenes deben acostumbrarse a tener un envase con agua, beberla durante el día y rellenarla cuando se acabe. Y cuando practican algún deporte deben dar sorbos más o menos cada 15 minutos.También se debe considerar darles bebidas que contengan electrolitos que repongan las vitaminas que se pierden a través de la sudoración.La deshidratación es tan grave que un niño pequeño podría morir. Un adolescente es más resistente, pero se puede llevar un buen susto con los síntomas de la deshidratación.Estos van desde un simple dolor de cabeza y resequedad de piel y manos, hasta ansias, cansancio intenso, mareos y náuseas. En casos de anorexia, los jóvenes no pueden subir ni bajar gradas y dejan de producir lágrimas. Estos males aparecen porque el cuerpo no transporta oxígeno, pues la sangre está compuesta de agua.Tomar agua no solo evita la deshidratación, sino que es un desintoxicante natural, mejora la digestión y la actividad mental. La pesadilla de muchos adolescentes es el molesto acné que, por lo cambios hormonales en esta edad, aparece con más frecuencia no solo en el rostro, sino también en el cuello, el pecho y la espalda. Beber agua es el primer paso para restaurar la piel pues este líquido mejora todos los tejidos.Según Letort, hay que tomar en cuenta que el agua está presente en alimentos como las frutas y las sopas. Es decir, no es únicamente el consumo de agua lo que nos hidrata sino también alimentos que tengan un gran porcentaje de este líquido.El agua mineral no es mala, pero puede ser perjudicial si se consume en exceso. El agua de grifo puede contener amebas y bacterias. La mejor opción es tener un envase no desechable que se lo pueda utilizar por mucho tiempo, siempre lavándolo y viendo la vida útil del material.