CÁNCER INFANTIL, UNA LUCHA DIARIA POR LA VIDA

Entre 3 500 y 4 000 niños padecen cáncer.El cáncer es uno de los asesinos más temidos a escala mundial. Solo evocar su nombre despierta angustias, ansiedad, miedo e ira.A pesar de lo mucho que se ha hablado sobre esta enfermedad, todavía hay desconocimiento acerca de por qué se desarrolla este mal, las consecuencias, los tratamientos y las implicaciones sociales, familiares, físicas, emocionales y económicas que trae.Se estima que el cáncer causa 7 millones de muertes cada año en todo el mundo. Además, más de 11 millones de personas son diagnosticadas de cáncer cada año, la mayoría en los países en vías de desarrollo. Y se cree que esta cifra se incrementará hasta 16 millones de personas en el 2020.En el Ecuador el registro de casos lo lleva generalmente Solca, la organización especializada en el tratamiento de este mal, pero sobre el cáncer infantil hay pocos datos que reflejen las implicaciones que trae esta enfermedad en los países.Por ello, la Fundación Cecilia Rivadeneira inició un proceso de investigación para determinar no solo las cifras de casos que se registran cada año, sino los costos que significan el tratamiento y cuidado para las familias que sufren porque sus hijos tienen cáncer.Según la investigación en que se recogieron datos del 2015 y 2016, hay entre 3 500 y4 000 casos de cáncer infantil y el principal es la leucemia de tipo linfoblástica aguda, que afecta al 53% de los niños que padecen cáncer.Esta enfermedad trae consigo una realidad paralela que es el tema económico. Los tratamientos de este mal solo se pueden realizar en Quito, Guayaquil, Cuenca y Portoviejo, lo que implica que muchas familias deban viajar a esas ciudades para ser atendidas.Según la investigación de la Fundación, el 51% de los niños demoran entre tres y cuatro horas en llegar a los hospitales, por lo que muchas veces abandonan el tratamiento. El 54% de los chicos dejaron de asistir al proceso de curación.Esto también se debe a los costos de los remedios y hospedaje que deben cubrir cuando llegan a las clínicas. En este proceso se destina el 50% de los ingresos de los hogares, pero si se considera que el 52% de los tutores de los niños ganan menos de la remuneración básica unificada y no están afiliados a la seguridad social, la situación se torna crítica para muchas familias.Según Wilson Merino, director ejecutivo de la Fundación Cecilia Rivadeneira, esto implica que uno de cada dos pacientes infantiles de cáncer vive en condiciones de extrema pobreza. Esto obliga a que los niños dejen de asistir al colegio, porque incluso si están curados, las consecuencias de la enfermedad han marcado su vida para siempre. El 61% de los niños con cáncer deja de practicar algún deporte, el 34% ha sido rechazado de alguna forma por su enfermedad.Aún hay mucho desconocimiento de lo que es el cáncer y creen que es contagioso, explica Merino. De allí que la Fundación inició el proyecto Granja escuela, una iniciativa que busca garantizar un proceso integral de ayuda y apoyo para los pequeños y sus familias. Una de las ideas es que se dicten las clases allí, para que los niños no pierdan los años por atender su enfermedad.Para ello se trabaja en un convenio con el Ministerio de Educación, para que las maestras hospitalarias asistan a la Escuela Granja para dictar las clases. Además, en las instalaciones se destinarán espacios para la atención de la familia, la inclusión del arte, de la recreación y de una granja que les permita nutrirse adecuadamente a los niños permanentemente.El cáncer empieza por la mala alimentación, puntualizó el encargado de la Fundación.Por ello, los niños serán los encargados de cultivar parte de su comida, desde la siembra hasta la cosecha y la preparación de alimentos que cumplan con las condiciones nutricionales necesarias.Este proyecto se estrenará el próximo 15 de febrero y es una iniciativa que ha tomado mucho tiempo en cristalizarse.Además, la Fundación trabaja con otras 17 organizaciones de la sociedad civil ligadas al tema de cáncer, para pedir a los candidatos a la Presidencia de la República, que eleven el tema del cáncer a una política del Estado.Esto permitirá que se realice investigación sobre el tema, que se trabaje en conjunto con otras entidades y que se garantice la mejor atención posible para las personas con cáncer, pero también a sus familias, que sufren el impacto de la enfermedad indirectamente.En esta propuesta ya se han unido siete de los ocho candidatos hasta ahora. Y ha generado un debate respecto de las necesidades de este sector vulnerable de la población que necesita más protección.